1. Diez colores


    Fecha: 20/07/2019, Categorías: Lesbianas Autor: afranlecuesta1, Fuente: CuentoRelatos

    ... las dos con el bolígrafo de diez colores. En ese momento sonó la puerta de la calle y entraba mi madre que venía de sus cursillos. De un bote nos sentamos a la mesa para hacer como que estudiábamos, mi madre entró para saludarnos y preguntar si habíamos merendado. Una hora después Mónica se marchó a su casa no sin antes besarme en la boca y chupando el boli. Yo esa noche casi no pude dormir pensando en lo que habíamos hecho y cuando concilié el sueño me dormí con una gran sonrisa. Naturalmente el examen no lo aprobamos, no trataba sobre las partes del aparato reproductor pero esa noche para mitigar la pena de haber suspendido me acosté con el bolígrafo de diez colores y me transportó al final del arco iris del éxtasis. Una semana después vino Mónica emocionada, había conseguido encontrar otro boli de diez colores y dos de cuatro, le pregunté que para que quería los boligrafos de cuatro colores y ella me dijo: -Ahora lo vas a comprobar, desnúdate y ponte a cuatro patas en la cama. Yo esta vez no discutí y me desnudé de golpe poniendo mi culo a disposición de Mónica. Ella me sonrió al comprobar que me había recortado mi monte de venus y comenzó a acariciar mi sexo y a ponerme a tono mientras ella chupaba el bolígrafo nuevo. Cuando estuve a punto sacó el boli de su boca y me lo introdujo casi entero. Yo gemía de placer y movía mis caderas hasta que sacó el boli de mi coño y lo apuntó a mi culo, con un poco de resistencia Mónica consiguió introducirlo mientras yo me acariciaba mi ...
    ... clítoris. Ahora que tenía el boli en mi culo cogió el grande y después de echarle un poco de saliva lo introdujo en mi coño. Comenzó un mete y saca con ambos bolígrafos mientras mis dedos retorcían mi clítoris y me proporcionaban un orgasmo tremendo que me derrumbaba en la cama con el culo hacia arriba y con catorce colores llevándome al paraíso. Cuando me repuse le pregunté qué de donde había sacado semejante idea y me dijo de una revista porno que guardaba su hermano bajo la cama en la que una mujer se metía un consolador por el coño y otro por su culo, que se compró un bolígrafo para ella y que intentó metérselo pero que no se atrevía por el tamaño por eso compró uno más chico y ese entraba bien y volvió a comprar otro para mí para que ambas viviéramos las mismas experiencias. Yo le comenté que cuando nos dieron las notas para consolarme por el suspenso lo utilicé, ella me sonrió me besó y me felicitó. Pero ella estaba vestida y ahora le tocaba colorear su placer así que la desnudé y la acaricié. Mientras chupaba sus pechos le introducía un dedo en su sexo y cuando me confirmó que estaba lista comencé a penetrarla con los bolígrafos, como me había hecho a mí, uno por el culo y otro en su coño. hasta llevarla a conseguir su orgasmo. Nuestras experiencias sexuales eran maravillosas, cada vez nos veíamos más a menudo para disfrutar de nuestros bolígrafos y mientras en un principio a nuestros padres les parecía bien nuestro entusiasmo por estudiar, que era la excusa perfecta, ...