¿Que te haría? - Relatos Eróticos

¿Que te haría?

La pregunta me dejó meditabundo.Usualmente uno se deja llevar por lo que siente al momento de esa conexión, así que este es un excelente ejercicio para la imaginación.Definitivamente empezaría con besos. Besos suaves, piquitos, estimulando tu piel y empezando a agudizar tus sentidos. Seguramente te tendría abrazada, para darte esa sensación de seguridad que te gusta tanto...y que vayas sintiendo como me excitas.Luego de esos aperitivos, me encantaría besarte tus labios. Labios de diosa latina, de tormenta y paraíso tropical. Saborear la comisura de cada uno de ellos, recorrer suavemente y con la punta de la lengua justo el centro: primero tu labio superior, luego el inferior. Es casi seguro que en este momento me quieras tomar la lengua, pero aún no...no te doy el gusto. Me encanta besar tus labios y aún no termino con ellos. Solo para provocarte, creo que agregaría piquitos, para terminar de encender tu pasión.Finalmente cedo ante tus gemidos de placer y dejo que nuestras lenguas hablen entre ellas, que ese sensual masaje sea espontaneo y libre. Aprovecho ya para acariciar tu nuca suavemente, sé que eso te encanta... también recorro con mi mano derecha tu mejilla bajo, dibujando la silueta de tu cuello y tu clavícula. Siento como tu respiración se acelera y justo cuando crees que voy a bajar a tus hermosos y parados pechos, regreso a tu cuello y a tu mejilla... ¡Quiero tenerte al rojo vivo al momento que te haga mía!Luego de un rato me empiezas a acariciar el pecho, el ...

... estomago y mi pelo; la señal de que estas lista para más caricias. Te aprieto cerca de mi, recorriendo justo el centro de tu espalda con mi mano izquierda, haciendo nuevos patrones con las uñas de mis dedos. Suave pero firme. Te estremece el como recorro tu espalda. Con mi mano derecha empiezo a recorrer tu brazo, tu codo, tu antebrazo....regreso haciendo patrones con las uñas de mis dedos y recorro picaramente TODO tu cuello, entre tus pechos debajo de ellos, tus costillas... insinúo el ir al pecho una y otra vez, hasta que en un momento que te distraiga con un beso, lo acaricio entero con mi mano.Tus pechos son muy sensibles, los pezones hermosos y paraditos...los puedo sentir a través de tu ropa. Lanzas un gemido de placer y yo sonrío en un estado de éxtasis, de verte disfrutando tanto. Aprovecho esa breve distracción para besar tu cuello, hacer recorridos en el con la punta de mi lengua...respiro en mi saliva para que sientas fresco o jadeo discretamente para que sientas mi calor... eso te manda fuertes señales de placer a tu clit. Sientes como corrientes eléctricas recorriendote entera. Te estremeses y vuelves a jadear. Yo en ningún momento dejo de masajear a tu pecho: de afuera hacia adentro, haciendo espirales con mis dedos, de arriba hacia abajo, del centro hacia afuera... y los que mas te calienten en ese momento, repito con la devoción de un pagano viendo a su Afrodita estremeciéndose de placer.Me vuelves a besar y tomas mi otra mano, colocandola en tu otro pecho. Con ...