PAREJA ATADA LOS DOS POR EL DEPENDIENTE
Fecha: 07/11/2017,
Categorías:
BDSM
Autor: parejaatada, Fuente: SexoSinTabues
... de la mordaza. Quería saber qué estaba pasando, y por fin, casi una hora más tarde, se abrió la puerta de la habitación. De allí salió él, sólo él, desnudo, sólo para decirme que mi novia estaba muy a gusto, y que se lo podía preguntar. Con la mordaza sólo pude hacer mmmmpffpfhfh efffeftaaaaa aaamaffaaaaa. - "MMMppfpffffhf fmmfmpffhfiifiif fifmmififf" - me respondió mi novia. Fue entonces que me contó que la había atado de una manera increíble, con cuerdas por el frente, de lado, y de espalda de su cuerpo, sin poder mover ni un dedo, y la había sometido a una sesión de multiorgasmos que la tenían rendido. - "Creo que ha tenido quince en toda la hora, y continuo" - y dicho esto se fue. Esta vez, a diferencia de antes, dejó la puerta abierta, para que la pudiera oír gemir. A los tres minutos escuché un orgasmo suyo. - "fffffiififif mmfmffffffiififififi fififi". Dos minutos después otro. - "mmmppppffhfhfhfhffifififiififfiififfiifif" - se le escuchó alocada. Cinco minutos después, otro. - "mmmmppffhfh mmmfmfmfm fmmfmf mfmfmf fffififiiifiiifiiiiiiiiiiiiii mmmmpfhhhhhiiii" - y éste se extendió, tan largo que casi se unió con el cuarto. Se lo estaba pasando de maravilla, disfrutaba alocada, y escucharla gemir me lo ponía durísimo. Yo mismo me hubiera pajeado, pero no tenía ninguna opción. Los conté, y escuché seis orgasmos más, y el último muy rendida , ffifi fififiif fififi mmmpfpf ffff ffff fffiii fififif ffiiii". Allí el chico se detuvo, le escuché levantarse de la cama, y ...
... cerró la puerta de nuevo. Otra vez. La abrió quince minutos más tarde, y allí apareció mi novia, atada muy severa toda ella, con las piernas juntas que le obligaba a andar como un pinguino, recorriendo apenas tres centímetros a cada paso, amordazada con bozal y cinta de precintar cubriendo la bola rodeando sus pómulos. Me miró un segundo. Leí que estaba extasiada de tanto orgasmo, y el chico la colocó de cara a la pared. Paró un momento para asegurarse que estaban bien prietas y seguras las cuerdas, y se dirigió a mí. Una vez desatado de la columna, e insisto en que sólo me desato las cuerdas de la columna, a saltos me hizo recorrer tres metros del comedor, hasta ponerme junto mi novia, de cara a la pared también. - “Bueno, ya está" - sonrió - "tú sin orgasmo, y tu novia cincuenta" - dijo sonriendo. Con las mordazas no respondimos, y él preguntó: - "¿Crees que os podréis escapar?". Los dos nos miramos para comprobar que aquello era real, que estábamos perfectameente atados, y que desatarnos incluso entre nosotros, por la inmovilidad de los dedos, era imposible. - "¿Os gusta?" - y los dos respondimos con un fffffi. - “Pues aún queda lo mejor" – dijo picaronamente. Sacó dos hood, que con una especie de cordel se cerraba detrás de la cabeza como si fueran unas botas, y como era de cuero todo cerrado menos un agujero por el que sobresalía la nariz para respirar tenía la misma función que estar con los ojos vendados, y no podía ver nada. Ni yo ni ella. Además, de ese modo todavía ...