Mi nacimiento y evolución en el sexo I
Fecha: 29/07/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: argamedon40, Fuente: SexoSinTabues
... placentera. Mientras, tanto él como seguimos sin quitar ojo de la polla del otro, estábamos descubriendo el sexo compartido y ya no era mirar en los baños, sino que habíamos tenido una polla distinta a la nuestra en las manos, la habíamos observado, acariciado, masturbado y habíamos obtenido su premio. Nunca había sentido algo así, y aunque cada día, en mi soledad, empezaba mas a disfrutar de mi cuerpo, el placer que había sentido era muy superior. Juan y yo nos miramos, nos reímos y volvimos a fijarnos en la polla del otro que iban disminuyendo de tamaño y posición. Nos reímos nuevamente, hicimos algún comentario jocoso sobre como estaban disminuyendo de tamaño y tras limpiarnos nos pusimos a preparar nuestro castigo. No hablamos nada de lo sucedido, cada uno lo llevaba dentro, había sido una sorpresa muy agradable y creo que en el fondo teníamos nuestra vergüenza. No sucedió nada mas ese día, simplemente terminamos nuestra obligación del castigo y los deberes y llamé a mis padres para decirles que iba a casa. Me despedí de su madre con un beso y me fui a casa, aunque ambos éramos conscientes de que habría una segunda vez. Al día siguiente, en clase Juan hizo lo mismo que el día anterior, pero esta vez fue directo, respondiendo yo de la misma forma. Estábamos en clase, el profesor explicando, nuestros compañeros atentos y Juan y yo tocándonos, calientes y excitados; en este caso los dos nos desabrochamos los pantalones sin bajarlos, lo que permitió que el contacto fuese ...
... directo, aunque no llegamos al final. Esas actuaciones eran cada vez mas habituales, aunque pocas veces llegaba a correrse alguno de los dos, sobre todo porque teníamos miedo a que la mancha se viese luego en el pantalón y alguien pudiese fijarse en ello, pero no por falta de ganas de ambos. Otra cosa era en sus visitas a mi casa o yo a la suya, en las que si las investigábamos, nos tocábamos los testículos, los palpábamos, nos pajeábamos y nos ensañábamos con nuestras pollas, haciendo comentarios de que se la he visto a tal y la tiene de esta forma, y a cual que la tiene mas pequeña etc, pero nunca pasamos de eso. Después del primer trimestre, como el rendimiento de ambos había bajado (normal dado que en vez de estar atentos a las explicaciones estábamos a nuestras sensaciones) nos separaron en clase, Juan se quedó en la última fila con Rafael un vecino suyo con el que yo apenas había tenido relación, mientras que a mi me pusieron con Carlos un chico alto, rubio de ojos azules y muy deportista. Cuando íbamos a orinar seguíamos con la misma trayectoria, mirando con disimulo al del al lado para luego comentarlo entre nosotros y calentarnos. Un día coincidí, al orinar, al lado de mi compañero de mesa Carlos y vi que tenía una polla mas grande que la mía y también descapullada. El se dio cuenta de que se la miraba, miró la mía con descaro, sin disimulo alguno y mirándome luego a la cara se rio. Al cabo de unos días y en casa de Juan, cuando estábamos tocándonos las pollas para ...