1. Marielena, Doña Elvira y alguien más (Parte 3)


    Fecha: 30/07/2019, Categorías: Lesbianas Sexo con Maduras Autor: sexand rock, Fuente: CuentoRelatos

    Doña Elvira no podía dejar de pensar en su vecinita y los largos momentos que pasaba sin verla la deprimían. Una tarde estaba hablando en el frente de su casa con un vecino, Don Alberto, un señor como de 70 años que tenía fama de viejo verde y en eso la chica que desvelaba a Doña Elvira salió de su casa vestida como para ir a la playa y al pasar por lo de su vecina le dice: —Hola Doña Elvira. La calenturienta vieja, excitada solo de ver esa belleza le dijo: —Hola nena, ya veo que te vas a la playa, si querés cuando vuelvas te invito a tomar una cerveza. —Bueno, me voy a pegar un chapuzón y vengo, sus cervezas son muy ricas —dijo la nena con picardía. A doña Elvira casi le da un infarto pero se recompuso y le dijo: —Mira este señor es Don Alberto, un vecino, vino a charlar un rato. —Mucho gusto señor —dijo la educada muchacha y se inclinó para darle un beso que el viejo correspondió sin decir nada de impactado que estaba ante esa belleza escultural. Marielena solo tenía puesta una remera playera sin mangas que realzaban sus impresionantes pechos y su malla de playa por lo que sus piernas estaban desnudas y calzaba unas sandalias. Se despidió y dejo a los dos viejos viéndola marchar. —que vecinita que tenés, esta divina esa pendeja —dijo Don Alberto. Doña Elvira le dijo, en tono conspirativo. —Vení entra que te voy a contar algo. Después que la mujer le contara con detalles como se había acostado con esa belleza y no una, sino dos veces, Don Alberto incrédulo dijo: —Y le ...
    ... chupaste la concha a esa nena, como hiciste? —Bueno, la segunda vez estaba media mamadita y me aproveche, pero estoy segura que le gusta todo, a vos te gustaría cogértela? —Que si me gustaría cogérmela? igual pagaría lo que no tengo pero no creo que ella quiera, capaz que le gustan solo las mujeres. —Vos déjame a mí, si la nena viene yo la preparo y vos la coges, eso sí, le gusta sobre todo que le chupen y toquen mucho las piernas, le encanta —dijo Doña Elvira. —Mira, no me tenés que decir eso, si la llego a poder coger la voy a chupar 3 horas seguidas por todo el cuerpo. Al cabo de una hora, cuando los dos calientes viejos estaban empezando a creer que la chica no vendría, se sintieron golpes en la puerta y la vocecita celestial de Marielena diciendo "Doña Elvira soy yo". La vieja abrió la puerta y dejo pasar a la muchacha. Marielena se sorprendió de ver a Don Alberto y dijo: —Si quiere vengo en otro momento. Pero Doña Elvira la tranquilizo: —Don Alberto es como de la familia, no te preocupes, sentate —y le indico el sillón mientras iba a la cocina y traía cerveza para los tres. Mientras tomaba un sorbo Marielena noto como la miraban los dos viejos, sobre todo Don Alberto y tuvo una sensación morbosa que le gusto, el viejo ese se la comía con la mirada. La vieja se sentó al lado de ella mientras el viejo estaba sentado enfrente de las dos. La vieja le dijo a la chica: —Ay Marielena cuando salís así a la calle, medio desnudita, me preocupo porque te puede agarrar algún degenerado, ...
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