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Marielena, Doña Elvira y alguien más (Parte 3)
Fecha: 30/07/2019, Categorías: Lesbianas Sexo con Maduras Autor: sexand rock, Fuente: CuentoRelatos
... mira lo linda que estas —y sin más preámbulo empezó a acariciarle un muslo. Marielena, un tanto sorprendida, le detuvo la mano diciendo: —Doña Elvira que va a pensar Don Alberto. —Va a pensar que estas tan buena que enloqueces a hombres y mujeres —dijo la excitada vieja reanudando sus caricias en el muslo de la chica a la vez que la tomaba por la cintura con otro brazo para estar pegada a ella. De inmediato se puso a lamerle el cuello con pasión. Marielena vio que el viejo se lamia los labios mientras la miraba con lujuria y empezó a responder a los besos de Doña Elvira para calentarlo más, ya imaginaba que ese viejo se la iba a coger. La vieja enloquecida por los besos de la chica dirigió sus dos manos a los senos de Marielena y los aprisiono y manoseo mientras le metía la lengua en el lóbulo de la oreja y la muchacha respondía suspirando de placer. Don Alberto ya tenía una erección monumental, que aumento cuando vio a Doña Elvira chupando como loca las tetas de esa nena infernal, mojando esos pezones que se endurecían a medida que los dedos de la vieja los estimulaban. La erección ya le dolía, se levantó y fue hacia donde estaba la chica que era objeto de manoseo y chupeteo por todos lados y la tomo de un brazo separándola de la vieja tortillera. Doña Elvira al principio se sorprendió pero cuando vio la monumental erección del viejo dejo que el vejete tomara la chica de un brazo diciéndole "vení" y llevándola al dormitorio. Marielena lo siguió dócilmente, entraron al ...
... cuarto, Don Alberto le dijo "no aguanto más pendeja me volvas loco" y le quito la remera dejándola solo con su tanga negra. Al viejo le chorreaba saliva por la excitación y empezó a comerle las tetas con lengüetazos mientras la aferraba por la espalda y bajaba sus manos hasta agarrar las nalgas duras de la muchacha. Marielena sentía contra sus piernas el imponente bulto del viejo y sintió que se mojaba como nunca. El viejo se puso detrás y empezó a tocarle los muslos mientras le decía "Me encanta tocarte y chuparte las piernas pendeja divina" y se inclinó para chuparle los suaves muslos mientras se los acariciaba. Marialena se sentía en la gloria, su conchita estaba empapada. Y ya deseaba que el viejo la cogiera. El viejo trataba de controlar su ansiedad por cogerse esa diosa, la hizo sentar en la cama y siguió acariciándole los muslos mientras le chupaba los pezones, quería llevar al límite a esa nena, excitarla al máximo. Los gemidos y suspiros de la chica le hicieron entender que estaba próximo el momento de cogerla y la acostó con suavidad boca arriba. Marielena se dejaba hacer, estaba en el limbo del placer. Don Alberto empezó a chuparle la concha con suavidad, pasando la lengua por los labios vaginales al principio con gran delicadeza, excitando el clítoris con suavidad y comenzó a aumentar los chuponeos a medida que la chica suspiraba y gemía cada vez con más intensidad. El pene ya le molestaba de lo duro que estaba, decidió que era el momento, con una mano tomo su verga y ...