El culazo de mi prima Sofía
Fecha: 09/11/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Me llamo Juan, tengo 18 años. Para comenzar, quiero decirles que soy de las personas que les encanta el sexo anal, aunque es difícil encontrar chicas que quieran acceder a mis sucios deseos. Este relato tiene que ver con mi prima Sofía. Ella acaba de empezar a estudiar en la universidad, tiene 19 años y es súper cachonda. Mide 1,65 aprox, tiene unas piernas bellísimas y unas tetas no muy grandes. Pero su principal atractivo son sus riquísimas nalgotas. Y ella lo sabe, por eso se pone jeans súper ajustados y provoca a todos con ese tremendo culazo que tiene. De hecho, le gusta ver como los hombres ponen cara de depravados cuando la ven. Mi prima no es de la ciudad. Hace un año que se vino a vivir con nosotros porque donde ella vive no hay universidad. Mis padres le acondicionaron una recamara y para mí este ha sido el año más caliente de mi vida. Era un sábado por la tarde. Mis padres habían salido de la ciudad y no volverían hasta dentro de una semana, por lo que mi prima y yo nos quedamos totalmente solos. Ese día yo llegue cansadísimo de mi practica de futbol, iba a ver un poco de televisión, pero al llegar encontré a mi prima durmiendo en el sofá. Estaba boca abajo, abrazando el cojín. Se veía riquísima ahí dormida, con su trasero totalmente expuesto en esos jeans súper ajustados. A mí, de pronto se me quito todo el cansancio y note como mi verga se paraba. Ella estaba dormida, así que tenía mucho tiempo para contemplar esas nalgotas. Yo llevaba todavía el uniforme del ...
... equipo y mi erección se veía a través de mis shorts. Mi respiración se comenzó a agitar, me estaba poniendo muy caliente con esa vista que tenía. Ya no aguantaba las ganas de jalármela, pero en eso mi prima se despierta, voltea su cabeza y me ve ahí parado mirándola. Sofía: ¿Qué haces? Yo: Nada, vengo entrando Sofía: Si, ya me di cuenta En eso, ella se levantó y se fue a la cocina. Comenzó a prepararse un sándwich. Yo aún con la calentura, decidí seguirla a la cocina. Y mientras estaba de espaldas, yo no hacía más que verle su enorme trasero. Tenía las nalgas bien grandes y paradas. Esos jeans ajustados se le veían riquísimos. Yo no sé cómo hace para meterse en esos pantalones. En eso, Sofía voltea y me cacha viéndole el trasero. Sofía: ¿Qué ves? ¿Quieres un sándwich? Yo: No, solo venía por algo de beber Sofía: ¡Jajá! Si claro Yo: Vengo de entrenar Sofía: Si, Ajá Saqué un refresco del refrí y me tire en el sofá. En eso, mi prima se sentó en uno de los banquillos de la barra dándome la espalda. Era delicioso ver como se le desparramaba ese enorme culo, que ocupaba todo el asiento. Yo prendí el televisor, solo para disimular, pero la vista que tenía era riquísima. Por la orilla del pantalón, se veía su calzón. Y decidí acercarme con algún pretexto, solo para verla más de cerca. Llegue por atrás, me quede muy pegadito a ella, casi tocándola y le pregunté: Yo: ¿Hoy no piensas ir a tus clases de inglés? Mientras, yo le veía de reojo como se le asomaba ese rico calzón rosa, por donde ...