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El culazo de mi prima Sofía
Fecha: 09/11/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... su trasero. Sofía: ¡Hey! ¡¿Qué te pasa?! ¡Solo puedes mirar! Yo: ¡Es que las tienes riquísimas! Sofía: Te estás pasando. Yo: ¡¡¡Es que me tienes bien caliente!!! Sofía: Ya lo había notado, créeme. Yo: Pues te aguantas, al fin que ya te las agarre. Sofía: Pues ya que andas agarrando, me las voy a tener que cobrar. De inmediato me baje los shorts. Ella se me quedo viendo con una pícara sonrisa. Sofía: Ay Juan, que guardadito te lo tenías. Mira nada más que rico se te ve. Yo: A tus órdenes. Sofía comenzó a acariciar mi pene de una manera exquisita. Sofía: ¡¡Ay cabrón!! ¡Está bien caliente! Y comenzó a jalármela muy suavemente. Yo: ¿Te gusta primita? ¿No se te antoja tenerla en otro lado? Se lo dije mientras le acariciaba las ricas caderas que tiene. Sofía: ¿Por ejemplo en dónde? Me pregunto con la respiración muy agitada . La comencé a besar de una manera riquísima, manoseándola por todos lados. Le agarraba las piernas, las tetas y le daba tremendas nalgadas en ese culote. Ahí parados, beso y beso le fui abriendo sus nalgas y le comencé a acariciar en círculos su ano. Era delicioso aquello. Sentir mi mano perderse entre esas dos masas de carne suavecitas. Al sentir mi dedo dijo en voz baja y dando unos pequeños gemidos. Sofía: ¿Qué haces Juan? Yo: Te va gustar. En eso, yo le metí todo el dedo y le comencé a darle vueltas dentro de su culo. Mientras le picaba el culo, la fui llevando al sofá. La recosté boca abajo en la orilla del sofá. Aun no se bajaba el pantalón completamente ...
... por lo que sus piernas quedaron juntas. Sus pies tocaban el suelo y su trasero quedaba totalmente parado, en espera de mi verga. Entonces me agache un poco y comencé a lamerle las nalgas. La llenaba de saliva y se la embarraba por todo el culo. Le comencé a meter los dos dedos y ella no decía nada. Solo daba pequeños gemidos. Yo: ¿Estas lista? Sofía: Hazlo por favor. Solo hazlo. Puse la punta de mi verga en su agujero y la comencé a meter. Se le resbalaba de una manera deliciosa. Se la empujaba muy lentamente. Para ir abriendo ese agujero de ensueño. Comencé a moverme muy despacio hasta que se le fue yendo toda completita. Sofía: ¡¡¡Ay Juan!!! ¡Está muy gruesa! Yo: Apenas para rellenarte todo ese culo que tienes Yo movía mi cadera en forma circular pero muy delicadamente. Así lo hice durante un rato hasta que fui agarrando más velocidad. Sofía gemía cada vez más fuerte y agarraba con fuerza uno de los cojines del sofá. Conforme fui moviéndome más rápido, sus nalgotas comenzaron a moverse golpeando mi cuerpo. Y yo sentía que mi verga se estaba derritiendo dentro de ese culote que parecía estar hirviendo por dentro. Ella también comenzó a moverse al ritmo de mi cadera. Yo empujaba y ella parecía comerse mi verga con esas nalgonas. La vista era increíble. Su culo en esa posición se le veía todavía más grande que cuando estaba en pie. Yo me movía y trataba de metérsela lo más profundo posible. Sofía gemía como un animal salvaje. Lo estaba disfrutando tanto como yo. Me la estaba ...