Me Hizo Mujercita
Fecha: 05/08/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Eventualmente_Sexual, Fuente: SexoSinTabues
“¡Ay tíoooo!” exclame temblando. Mi culo se expandía, acababa en su barriga, mi culo se cerraba, y seguía acabando en su barriga. Mi cuerpo ha gemido todo, mis ojos se quedaron taciturnos viendo a la oscuridad del techo. Desde esta noche cambiará mi vida. Desde esta noche, desde esta noche. No quiero ser ya más la abandonada. No quiero serlo, no quiero serlo. Ahí en el medio de la sala, yo me veía bailando como la mismita Rafaella Carra… Cuantas lágrimas he derramado. Cuantos besos he desperdiciado. Él decía que era culpa mía, que anulaba yo su libertad… Todo esto lo veía en mis pensamientos, en esas fiestas que hacían en casa, mamá, tías y muchos cuanto le gustaban a la Carra, era indispensable en una fiesta. Esto me trae recuerdos, que son triste, morbosos << ¡Sí morbosos! >> Una añoranza grande de vivir esa época de nuevo… Yo le dije si no estás tú que voy a hacer si no estás tú. Y he sabido que es peligroso decir siempre la verdad. Si un día te has sentido enamorada No le digas que le quieres cállalo. La oía en el fondo allá abajo, la han repetido de nuevo y con ella, hacen juerga, bullosos, gritos, todos disfrutando. Yo estaba ya acostado en mi cama, había un hombre en el piso; era mi tío Sergio, un camionero que ya borracho había llegado a la casa, en la fiesta de mi padrastro que cumple los 40 años, y no ha llegado hasta la parranda de la madrugada. Olía su aroma masculino, a licor, a tabaco, a humo de carro y todo esto en mi estómago se hacía un morbo, así como con ...
... ganas de hacer algo malo, algo que ya había hecho. Baje de mi cama, me acuesto a su lado, y de una monto mi rodilla sobre su entrepierna. La sentí dura, ya conocía como era cuando estaba durísima, por eso llegué a mi mano hasta ella, palpando con cuidado por encima del pantalón. Adivinando con mis ojos su tamaño, su grosor, su sabor, su olor. Con él me estaba costando mucho bajar el cierre, ya que desabrochar el botón se me hacía imposible por su barriga pronunciada. Al lograrlo, meto la mano y toco por encima de la trusa. Es increíblemente grueso, duro y brinca como si tuviera despierto. Yo estaba metido bajo su axila que olía fuertemente a hombre sin bañar, con mucho cuidado fui bajando, hasta quedar justo cerca de su entrepierna. La saco de la trusa, el olor de su sexo alborota mi intención, acercándome y viendo fijo en la oscuridad, atinaba mi vista a la rendija delgadita de luz, que se filtraba por debajo de la puerta de mi habitación. Le lamía solo el glande, para luego meterlo todo en mi boca. Mi saliva lo mojaba todo, con mi lengua le caminaba todo el tronco. Luego me hundía y olía sus pelos. Ahora sentía su mano oprimiendo… “Huy así papito, que rico lo sabes hacer” Sabía que desde hace rato estaba despierto, pero cada vez que lo oía hablar, mi piel se erizaba toda, y los nervios toditos se me ajuntaban en la parte baja de mi abdomen. Todas mis fantasías se aglomeraban en mi mente, ya perdía el control, y usaba a mi tío para hacer de todito con él. Yo le dije si no ...