Historia del chip 020 - Se aprietan las tuercas - Irma 005
Fecha: 06/08/2019,
Categorías:
Grandes Relatos,
Lesbianas
Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
... quitase la ropa. Necesitaba volver a estar con su amante. El dolor se paraba con un roce, la pasión crecía con la más leve de las caricias. Debía ser una reacción a toda la tensión acumulada. Se acabaría antes o después, o eso esperaba. Irma tenía el máximo esmero a la hora de plantar una sonrisa en su cara, sin importar que sintiese dolor o placer. A Galatea no pareció importarle en absoluto el dolor en las orejas de su amada o puede que todavía la exaltase en mayor medida. En cuanto cerraron la puerta de la casa, después de las largas y agotadoras horas entre la comida y las compras, Irma notó como un pezón era acariciado. Los automatismos estaban tan arraigados que en un periquete se había quitado el top y colocado en posición. Mantenerse extremadamente quieta mientras era explorada resultó más difícil, por el dolor acumulado y por el débil sonido de las campanillas. Por suerte, Galatea no tardó en solicitar los servicios en otra parte. Irma rozaba la cara interior de los muslos con el metal de los pendientes mientras proporcionaba el máximo placer del que era capaz. Se sentía agradecida porque al menos las manos de Galatea se prodigaban entre los pechos excitados en vez de yacer presionando el suelo del baño. No es que Irma tuviera mucho tiempo para acostumbrarse a su nueva situación. La cantidad de estímulos y la variedad de percepciones contribuyeron a mantenerla en un estado de trance casi continuo. No afectó a su trabajo, sobre todo por la comprensión de sus jefes. ...
... Había tenido la enorme suerte de entrar en una empresa muy consciente de las discapacidades y los problemas privados de los empleados. Descubrió, por casualidad, que la directora general ayudaba en varias fundaciones solidarias. Aunque no la había conocido, sus allegados sí que eran jefes de sus jefes. Tenía una malsana curiosidad y un no aparente interés por encontrarse con ella, aun sabiendo que no estaría a la altura. Su trabajo era añadir complementos a los vestidos que se diseñaban. Era un trabajo agotador. La competencia era enorme y un simple botón de tonalidad incorrecta o un lazo de la medida inexacta podía suponer la diferencia entre un éxito de ventas o un fracaso estrepitoso. La formación fue intensa y exhaustiva. En realidad, estaría en período de adaptación varios años más, pero la empresa era eminentemente práctica y superponía el trabajo real con la enseñanza. Su jefa directa era delgada y particularmente poco atractiva. Casi una excepción en un universo de mujeres impecables. Había oído rumores sobre discriminación, pero no entendía el motivo, si es que existían. Se enamoró de ella al cabo de poco tiempo. Irma no sabía explicarle a su terapeuta por qué. O prefería no admitirlo. Era flaca, casi masculina. Ciertamente esbelta, sin embargo, con un pecho pequeño. Sin embargo, no dejaba de admirar las piernas desnudas o las facciones de su cara. Ella no podía saberlo, pero Lena tenía un tipo parecido, con algo más de pecho. Siempre desayunaban juntas. Y le contaba ...