Me cogí a mi cuñado y a mi suegro en la noche de peticiòn de mano. Parte dos: TRAJE A LA MEDIDA
Fecha: 06/08/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Mi suegro y mi cuñado, resultaron ser mis còmplices en muchas cosas, hasta en la forma de seleccionar mi ropa, y trajes para la boda, a la medida. Habíamos acordado con mi suegro y mi cuñado, hacer nuestros trajes para la boda, en el mismo lugar. Todos vestiríamos de esmoquín, y decidimos ir la semana siguiente a la peticiòn de mano, a tomarnos medidas para los trajes. La ceremonia sería algo sencilla, y con pocos invitados, pues mi novia no quería que gastáramos mucho. Tres días despuès de la peticiòn de mano, recibo una llamada de mi novia diciéndome que mi suegro y mi cuñado, le habían hecho buenos comentarios sobre mí, y que a ella le parecía raro, pues era el primero de los tres novios que había tenido, que ellos aceptaban y hablaban "maravillas" de mí. (Yo reía hacia mis adentros, y decía que conveniente era habérmelos echado al bolsillo, jajajaja) En esa llamada, me dijo que mi suegro y mi cuñado querían que fuéramos al sastre lo antes posible, para ver las medidas de los trajes y así evitaríamos cualquier atraso de ùltima hora. Accedí, y pedí a mi novia que concretáramos la cita con el sastre para dentro de dos días. Llegò el día señalado, y apareciò mi suegro y mi cuñado. Mi suegro, lucía un vaquero de color azul, una camisa a cuadros, entreabierta de dos botones, que resaltaban su pecho velludo, y una botas vaqueras, que hacían que sus nalgas resaltaran mucho más. Mi cuñado, Jaime, por su parte lucía un pantalòn formal, una camisa blanca y una corbata a medio nudo ...
... desatado, que le daban un aire juvenil y desgarbado, que daban un toque sensual a esos labios rojos que levantaban pensamientos candentes. Mi suegro, al verme, se acercò a saludarme, extendiò su mano, y nuevamente hizo una cosquilla con su dedo medio en mi mano, y al abrazarme, susurrò al oído: - No he dejado de pensar en que pronto serás parte de mi familia, y serás como un hijo más para mí. Yo solo musité una leve sonrisa, y correspondí a su comentario dicièndole: - Serè para usted, algo más que un hijo. algo más que eso, se lo aseguro, jiji Jaime, se acercò a saludarme y sin querer beso mi mejilla; beso que me levantò un suspiro y un leve paro entre mi boxer. Entramos a la sastrería, y un joven de aproximadamente 30 años, ojos verdes, vestido con traje formal, y una sonrisa amable, se acercò a nosotros y pregunto: - Ustedes vienen por la cita para los trajes de la boda? - Así es- asentí a decirle, extendí mi mano cordialmente. Al estrechar la mano de aquél joven, una corriente estremeciò mi cuerpo, y sin querer no podía soltar su mano, cosa que le pareciò extraña al muchacho. Nos dirigiò hacia una sala, en donde había varios pequeños vestidores, que solo eran cubiertos por pequeñas cortinas, y pidiò que esperáramos allí, y èl empezaría a traer los trajes que nos recomendaba utilizar para la boda. Mi suegro, se instalò en el vestidor central, y mi cuñado y yo en los dos que estaban frente al de mi suegro, dejando a la vista todo movimiento que él hiciera. El dependiente de ...