Emir, mi primer hombre (1/3)
Fecha: 07/08/2019,
Categorías:
Confesiones
Grandes Series,
Autor: Marinna, Fuente: CuentoRelatos
... juntos, y aunque él no lo sabía también mi primera vez con un hombre. Nos sentamos en la cama a beber agua por qué nos sentíamos deshidratados por el sol y tanto alcohol, me dijo que se iba a duchar por qué estaba todo pegajoso del bronceador que en cuanto terminara me avisaba para que yo también pudiera tomar una ducha, yo no podía con los nervios de saber que estaba totalmente desnudo a una pared de distancia, en el cuarto de baño, ¡qué miedo! Cuando salió del baño se veía aún mejor que al salir de la alberca, con ese cabello negro todo mojado y ese brillo que tiene la piel después del baño, lo mejor fue verlo con la toalla en la cintura, ese cuerpo atlético y bien definido destilando Armani manía por toda la habitación. -Te toca! Y me metí con mis nervios y el calor en mis mejillas a la tina, quise tomarme mi tiempo a ver si salía y estaba dormido o por lo menos vestido. El alcohol en mi cuerpo me hacía pensar en mil formas de abordar la situación, si debía o no iniciar yo el contacto o mejor dejárselo a él, si yo tendría el control de la situación o no. Todo era un torbellino de emociones. Salí del baño con la toalla blanca enredada a la altura de mi pecho, perfumada hasta entre los pechos como decía mi abuela Hay que poner perfume en el cuello (por si me besa), atrás de los oídos (por si me abraza) y en medio de los pechos (por si se pasa). Al salir pude ver su expresión, sentado en la orilla de la cama. -Te ves hermosa! Aunque pensé que te habías escapado por el ...
... drenaje de la tina, tardaste mucho. -Quería relajarme un poco Me tomó de la mano y me guio hasta el, nuestras miradas quedaron frente a frente y sus ojos siempre me derretían y hacían que mis mejillas se sonrojarán, me dio un beso en la barbilla y luego en el cuello, las mejillas, los ojos mientras una de sus manos paseaba por mi espalda y la otra se enterraba entre los cabellos de mi nuca. Cuando nuestras bocas se encontraron yo ya sentía la humedad de mi entrepierna, me empezó a besar los hombros y suavemente desenredo la toalla la cual cayó de un solo golpe al piso dejándome completamente desnuda frente a él por primera vez, miro mis pechos y comenzó a rodearlos con sus manos mientras me besaba más apasionadamente, una de sus manos bajo a mi trasero y lo apretó firmemente apretujándome contra su cuerpo aún más. En mis muslos podía sentir la erección que yacía bajo su toalla, el calor que emanaba de su cuerpo, el aroma de su piel, el sabor de sus labios era exquisito. Comenzó a subir una mano por mi pierna, moviéndose al interior de mis muslos, y hacia mi sexo, cuando apenas lo rozó, solté un gemido, eran muchos nervios, excitación, ansias, atracción. Empezó a jugar con sus dedos en mi clítoris y el calor recorrió todo mi cuerpo, esbozaba una sonrisa enorme de satisfacción de saber que respondo ante su proximidad y sus caricias. Me cargó para recostarme en la cama, quedé boca arriba, desnuda, expuesta, a su merced. Se quitó la toalla de la cintura de un tirón y está fue a parar ...