Emir, mi primer hombre (1/3)
Fecha: 07/08/2019,
Categorías:
Confesiones
Grandes Series,
Autor: Marinna, Fuente: CuentoRelatos
... volando a algún lugar de la habitación, es hermoso, abdomen perfectamente marcado, brazos, piernas, pecho tonificado, y su erección, Dios! Es enorme! Largo, y grueso como esos tipos que salen luego en las películas porno, no pensé que hubiese hombres así. En varias ocasiones cuando se pasaba de copas y cuando no también, se lanzaba sobre de mi tratando de acelerar las cosas pero siempre lograba zafarme, llegué a sentir el roce de su miembro a través de la ropa pero no creí que fuese de ese tamaño. Lo único que se me vino a la mente en ese momento es " no es normal", es mi primera vez, ¡me va a doler a madres wey! ¿Qué hago aquí?, ¿En qué me metí? Se puso sobre mi soportando su peso y su enorme cuerpo sobre sus brazos, apoyando los codos en la cama, me rodeaba, ahora si lo tenía encima, no tenía escapatoria de esta. Comenzó a besarme suave y lento en los labios, luego las mejillas, el cuello, bajando a mis pechos, se entretuvo en uno lamiéndolo en círculos y mordisqueando mis pezones, después comenzó a bajar por el abdomen, yo me retorcía y la piel se me erizaba, cuando su respiración iba más y más abajo, hasta que tuve su cabeza entre mis muslos y su boca en mi sexo. Sus manos se quedaron junto a mis nalgas, sosteniendo mi cadera y su lengua empezó a juguetear con mi clítoris, arriba, abajo, de un lado a otro, y oleadas de placer invadían mi cuerpo, mientras yo me retorcía en esa nueva sensación, en ese punto ya no quería que parara, quería que siguiera, más y más. Una de ...
... sus manos se movió, la acerco a su boca y chupó uno de sus dedos, el índice lo comenzó a bajar hasta que jugueteaba con la entrada de mi vagina y su boca regresó a torturarme de placer, de repente sentí como su dedo de abría espacio en las paredes de mi vagina, causando oleadas de placer ante esa nueva sensación, deliciosa! Movía su dedo de ida y vuelta una y otra vez, después metió otro dedo, con algo de dolor logré soportarlo, estaba muy excitada pero el dolor de ambos dedos dentro de mí era fuerte, tiene dedos grandes como de salchicha, y cuando lograron entrar por completo después de mucha estimulación, solté un grito de dolor y placer al mismo tiempo, que sexy era tener ese hermoso espécimen masculino en medio de mis piernas, su mirada era de fascinación y deseo con un toque de perversidad. Intentó meter un tercer dedo pero fue imposible, dolía demasiado, regresó sus hermosos labios a los míos, besándome, furiosamente, con urgencia, su respiración era al igual que la mía, rápida, agitada, sus manos iban a todas partes de mi cuerpo de las piernas al trasero, de ahí a mis pechos, a mi nuca, jalándome el cabello suavemente, en un agarre posesivo. Cambiamos de posición y yo quedé encima, de él, su pene rozaba mis labios vaginales dándoles un masaje delicioso, yo me movía para estimular también ese roce, de arriba hacia abajo una y otra vez, estábamos excitados, yo intenté introducirlo en mi vagina pero hacia mucha presión, no entraba, el saco algo de su maletín del buró, era ...