1. Mi suegro me hizo su esclava (I)


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Dominación Incesto Autor: noeliamarrana, Fuente: CuentoRelatos

    ... veinte minutos que me parecieron horas los que él estuvo entrando y saliendo de mí a la fuerza, hasta de que repente sacó su pene y tomándome del cabello me obligó a hincarme mientras me ordenaba: “trágatelo puta”; cerré la boca con fuerza y coloqué mis manos adelante de mi cara para evitar esa humillación; pero él se las arregló para sostenerme las manos para que no pudiera meterlas y apretarme la nariz, por lo que tuve que abrir la boca para respirar y él aprovechó para meter su sucio miembro en ella, me tomó de la nuca y me obligó a mamárselo hasta que se vino y soltó toda su leche adentro de mi boca, apretando mi cara contra su cuerpo casi ahogándome. Luego él me soltó, yo lloraba hincada en el piso del baño; mi suegro se inclinó y tomándome del cabello colocó su cara frente a la mía y me dijo: “ni una palabra de esto puta o destruiré tu vida, diré que mientes, que siempre tú me provocas y que te acuestas con dos de tu oficina y que como yo no te hago caso inventaste todo”. Yo le dije: “¡todo eso es mentira, yo no me acuesto más que con su hijo y yo no lo provoqué!”; el cínicamente me dijo: “eso lo sabemos tu y yo, pero nadie más y me es muy fácil provocar pruebas o un ‘accidente’ mamita, así que ya sabes”; me soltó del cabello y dio unos pasos para irse, pero de repente regresó y me dijo: “y nada de cambiar de vestimenta, ¿eh?, quiero seguir viendo esas deliciosas tetas, piernas y nalgas tuyas puta, ¡ah! Y nada de andar de resbalosa por otros lados, ¿eh?, te necesito ...
    ... aquí a la hora de siempre”. El viejo se fue y yo me quedé llorando en el suelo; me sentía muy sucia y entonces me bañé tratando de quitar la suciedad y el asco que sentía. Después me acosté y me dormí, no fui a cenar como siempre lo hacía con todos. A medianoche sonó mi celular; era José que me dijo que me extrañaba y que no me había podido hablar antes porque estaba con mucho trabajo, pero que me llamaría todas las noches al llegar a su hotel. También me preguntó cómo estaba todo y no me atreví a contarle nada, no quería echarle a perder su nuevo empleo y además tenía miedo de las amenazas del viejo; traté de que José no se diera cuenta de mi dolor; le dije que lo amaba y colgamos. Lamentablemente ese era apenas el principio de mi pesadilla; al otro día en la tarde llegué como siempre a la casa del trabajo, sentí alivio al ver a mi cuñada y mi suegra junto con Don José viendo la TV, los saludé y me fui a mi recámara, me tumbé en la cama. Unos diez minutos más tarde mi suegro tocó y preguntó si podía pasar, yo contesté sin abrir la puerta: “¿Qué quiere?”, entonces él me dijo que fuera a cenar, le dije que no tenía hambre y entonces me dijo que abriera la puerta o le hablaría a José para decirle que yo estaba muy sospechosa y que me metía a mi recámara todas las noches a chatear con hombres y a hablarles por teléfono. Enojada me levanté de la cama y fui a abrir; apenas lo hice, él me tomó del cuello y me dijo con voz baja mirándome a los ojos; “¡mira putita, a mí no me vas a ...
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