1. Un viaje alucinante (3)


    Fecha: 10/11/2017, Categorías: Incesto Autor: kiko, Fuente: CuentoRelatos

    -¿Te gusta que vomiten por ti, cabronazo? -Prefiero no contestar. -Sí, mejor te será, hijo puta. Pedro le preguntó a mi padre: -¿Qué te pasa con tu hijo? -Que me faltó al respeto. -En ese caso que le preste el vómito, pero tenemos que abrir las ventanillas que aquí apesta. -¡Qué se jodan él y su madre! -¿Y los que duermen? -¡Qué se jodan también! -¿Y nosotros dos? -Tienes razón, ábrela un poco. Abrieron un poco la ventanilla. Al rato se iría el olor. Mi madre al tomar aliento, me dijo: -Lo siento, hijo, me mareé. -Mejor fuera que dentro, madre, mejor fuera que dentro. Mi madre ya estaba desatada. -Pues yo la prefiero dentro. -apretó el culo contra mí- Muy dentro. Estábamos llegando. Mi madre, me dijo al oído: -Cuando me agache guarda la polla. Hizo que se le caía una horquilla, y dijo: -Se me cayó una horquilla. Puede que cayera fuera del vómito. -Busca, perra, busca. Mi padre era insaciable jodiendo a mi madre, oralmente, porque lo otro lo guardaba para quien no debía, pero mi madre, ahora que le cogiera el gusto, también gozaba jodiéndolo. Al agacharse, me cogió las manos, las llevo a las tetas, y dijo: -Hay que palpar que esto está a oscuras. Al ratito se subió las bragas, y yo cuando vi que volvía a su sitio, metí la verga dentro de los calzoncillos y subí la cremallera. Preguntando llegamos a la casa que heredara mi padre. Enfrente de la casa despertamos a mis hermanas y a mi hermano. Me bajé del coche y saqué la camisa por fuera del pantalón, aunque ya no hacía falta, ...
    ... el lamparón podía ser de las flemas del vómito de mi madre. La casa era de dos plantas. A mi madre no le dio tiempo más que a ver la entrada y la cocina, ya que mi padre le dijo: -Coge agua y jabón y vete a limpiar tu vómito de mi coche. Era su coche... Todo era suyo. Mi madre, le dijo: -Deja que me lave un poco. -¡Tira para fuera y no vuelvas hasta que el coche no esté limpio como una patena, puta! Mi madre pensaba que también le pertenecía, pero ya no era la misma. -Tienes razón, mucha razón. Mi padre, extrañado, le preguntó: -¿En que tengo razón? Era en lo de puta, pero le dijo: -En nada. Voy a ver dónde está el cubo y el jabón. Ese día mi padre y Pedro pillaron una borrachera de campeonato. Mi madre y yo, a escondidas, nos mirábamos y sonreíamos, Estábamos deseando estar a solas para darnos amor. El momento iba a llegar. Fue al día siguiente, por la tarde. Mi padre le dijo a mis hermanas y a mi hermano: -Nos vamos a ver el Acueducto de Segovia. Mis hermanas y mi hermano saltaban de contentos. Mi madre, le dijo a mi padre: -Lo hicieron los romanos. -Tú y tu hijo no venís. Queremos ir cómodos. Mi madre se calló. No fuera que cambiase de idea. Se fueron. Al sentir arrancar el coche, mi madre se acercó a mí. Rodeó mi cuello con sus brazos. Me miró a los ojos y me besó. Aquel beso hizo que se estremecieran nuestros cuerpos, un estremecimiento de esos que te hace sentir en el paraíso. Al tener su lengua en mi boca y sus tetas pegadas a mi cuerpo mi verga se puso dura. Mi madre ...
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