Historia del chip (028) Un nuevo destino - Irma 008
Fecha: 16/08/2019,
Categorías:
Lesbianas
Dominación
Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
... hacía mucho tiempo. A toda velocidad salió hacia el baño, no quería hacerla esperar. Se quitó los pendientes en cuanto atravesó la puerta y sin hacer caso al dolor se metió en la ducha. Veinte minutos más tarde estaba en la entrada, tacones y colgantes en su sitio. Llevaba el atuendo del día anterior. Lena le agradeció la presteza. Como muestra de afecto, llevó su mano derecha a la nuca de Irma y acarició la parte inferior, terminando en el exiguo trozo de espalda desnuda. Irma se estremeció, inundada de placer. El movimiento provocó dolor en los lóbulos contraídos. —¿Estás bien? —indagó Lena, simulando estar sorprendida por una reacción tan expresiva. —Mi cuerpo está muy sensible. Es muy delicado. Es mejor que lo sepas si vas a cuidar de mí—confesó llevando una nueva sonrisa a su boca. —Me encanta. Habrá que hacerlo a menudo. Igual tengo suerte y consigo atraparte. Sin darle mayor importancia, le cogió la mano y salieron. Esta vez, condujo Lena. No había ni rastro del chófer. Tampoco usaba un coche autónomo. A la luz del día, la isla resultaba impresionantemente agreste y salvaje, a pesar de las trazas de la civilización. Estaba claro por qué había escogido Lena ese lugar. Los pendientes no paraban de moverse, pero a Irma ya no le importaba. Desde la caricia en la nuca estaba en la gloria. Pronto tuvo que cambiar Irma de atuendo, lo que no necesariamente supuso una mejora. Iba toda de negro. Recordaba a una antigua película llamada Grease, una película que le gustaba a su ...
... abuela. La protagonista llevaba un conjunto de pantalón y top ajustados. Lena había escogido algo de mucho gusto, pero ahora Irma iba desnuda desde el principio de los pechos. La espalda también estaba descubierta hasta los omóplatos. Los omnipresentes pendientes estaban más realzados. Irma supuso que sus orejas serían protagonistas durante mucho tiempo. Tener los hombros y la parte superior de la espalda desnudos nunca dejaba de excitarla, pero Lena no parecía predispuesta a otorgarle suficientes caricias. El conjunto le quedaba tan ajustado que apenas podía respirar. Lo más molesto, -aparte de la cintura-, eran lo apretados que sentía los senos. Estaba acostumbrada a los imposibles sostenes de un cuarto de copa, pero ahora no llevaba ninguno, algo imposible con un top tan abierto a la espalda, pero la tela circundaba los pechos sin soltarlos. Los pezones no traspasaban la tela. Quedaban bien ocultos. Iba a ser otro día complicado. Los pantalones le quedaban como un guante, sentía como encerraban su vagina, el culo y las piernas. Las bragas eran como las del día anterior. Si el tejido no fuera tan grueso, se hubieran visto traspasando el conjunto. Lena llevaba un vestido cómodo y sin mangas. También con la espalda semidesnuda y mostrando los hombros. Se había colocado unos pendientes estilizados y tan ligeros que Irma no tenía más remedio que sentir envidia ante la discriminación entre ambas. Y las piernas desnudas en ese clima era mucho más lógico. Cuando comenzaron a caminar ...