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Historia del chip (028) Un nuevo destino - Irma 008
Fecha: 16/08/2019, Categorías: Lesbianas Dominación Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
... nuevo, protestando los lóbulos ante el nuevo asalto. Sin darse tiempo a acomodarse, Irma besó a Lena y la retó. —A ver si es verdad. Irma vibró por todo el cuerpo, mezclando la sensación de la saliva de Lena con el placer y el dolor que sentía. Quería desnudarse para su ama, pero sabía que no tenía permiso. Trató de agradarla ladeando la cabeza, mostrándole lo mucho que la deseaba y lo poco que le importaba el dolor. Una mano le acarició la espalda y se acomodó en la nuca. Irma se sumergió en la sensación de éxtasis que atravesaba su columna. Era algo desconocido. Se alegró de llevar tacones. Las pantorrillas contraídas aumentaban la sensación, lo había leído en los foros que frecuentaba desde jovencita. Demasiado placer se dijo a sí misma. Debo orientarme a Lena, a su placer. Supuso que le gustaría sentir los pechos apretados en mayor medida y los forzó hacia delante. Los pezones protestaron. La falta de costumbre y de aire hicieron mella. Cuando acabó el beso estaban las dos sudadas en medio del salón. Lena ...
... actuó primero. Le quitó los pendientes y se los entregó. Irma trató por todos los medios de no reaccionar. Le dolía cuando se los colocaba, le dolía cuando se los quitaba, le dolía cuando se movía. Ahora lo que más deseaba era una caricia para atenuar el sufrimiento. Por otra parte, no sabía si se humedecería. Lena retornó al beso. Cálido y efusivo. Irma se acopló al cuerpo de su amante. Las manos de Lena rozaron los lóbulos sensibles y receptivos. Acariciaron con suavidad y delicadeza. Acabó demasiado pronto y los sintió abandonados. Las manos fueron a los hombros, a las clavículas, a la espalda. Fuese como fuese, el placer era tenue y fugaz, el dolor constante. Esa noche fue un suplicio porque deseaba tocarse los lóbulos más que nunca. Lena estaba en la habitación de al lado. Se negó a quedarse con ella. El miserable y estúpido luto era un cortejo cruel. Se sentía más excitada ahora con el pijama, el mismo de la noche anterior, que ya no le parecía tan apretado, después de un día en un atuendo restrictivo.