1. me voy a follar a tu mujer


    Fecha: 19/08/2019, Categorías: Voyerismo Autor: trikitrake, Fuente: xHamster

    ... dedicaba a estimular el excitado pezón del otro pecho de mi esposa.Finalmente Luis dio el inequívoco y prolongado suspiro que anunciaba el inicio de su corrida, manteniendo su cuerpo en su tensión, antes de que al relajarse, con un enorme gruñido, lanzase su primer y potente disparo de esperma que se estrelló con violencia en la nariz y en la frente de mi chica, resbalando el semen rápidamente hacia abajo, mojando su labio superior y entrando en su preciosa boca abierta. Los dos siguientes chorros, tan abundantes y violentos como el primero, entraron directamente en la boca de Claudia, y con toda probabilidad se estrellaron en su garganta, produciendo un respingo involuntario de mi esposa. El resto de la eyaculación, con otros cinco o seis chorros más, menos copiosos, cubrieron todas las facciones de su cara, incluidos los ojos. Luis no la había engañado, los días de abstinencia y casi una hora de continuo y desbocado sexo con un bombón como ella, se habían aliado para provocar una corrida de grandes dimensiones y abundante leche.Luis se había ya vaciado, aunque su polla aún sufría los espasmos finales de la brutal corrida, mientras ella se afanaba, sin reparo, en obtener su propio y merecido orgasmo. Más calmado, él se dedicó a coger entre sus dedos los restos de lefa depositados en la cara de Claudia y a llevárselos a la boca. Ella, masturbándose como una posesa, recogía y saboreaba con su lengua el manjar que su amante le proporcionaba, y así entre bocado y bocado, ...
    ... arqueó su cuerpo y a empezó a gritar los efectos de su propia corrida, larga, estruendosa y sin duda placentera. Viéndola en este estado de frenesí, Luis ahogó sus gritos metiéndole de nuevo el nabo en la boca, empujándolo con fuerza hasta el fondo, como queriendo demostrarle así su total dominio de macho sobre ella.Nunca había visto a mi mujer gozar de esa manera, ni hacer tantas cosas sexualmente obscenas y guarras, según nuestro habitual modo de entender el sexo entre nosotros. No voy a poner en duda que estaba cabreado con lo que había visto, pero estaba muy excitado y no me había querido correr en ese momento en el que prevalecían unas ganas enormes de aprovecharme de todo lo que había descubierto de mi esposa, durante esa tarde de infidelidad, más que de mandarla inmediatamente a la mierda, que es lo que probablemente habría hecho en circunstancias normales. Además me interesaba muchísimo ver cómo reaccionaba ella, una vez que se esfumaran los efluvios del polvazo que se había echado con el cabronazo ese y de su segunda corrida. Fueron dos minutos de callada calma, en las que tan solo Luis seguía moviendo suavemente su morcillona polla, bien dentro de la boca de mi esposa, bien rozando con ella su cara, toda pringosa. De repente sonó el móvil de Claudia, y ella, saliendo del trance, se separó con brusquedad y se levantó de la tumbona en la que él se la había follado bien a gusto. Cogió el teléfono de su bolsita de playa- ¿Sí? Hola mamá - era mi suegra la que llamaba - ¿qué? ...
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