me voy a follar a tu mujer
Fecha: 19/08/2019,
Categorías:
Voyerismo
Autor: trikitrake, Fuente: xHamster
... toda alegre y risueña.- ¡Puff! Lo he pensado mejor y … creo que me voy a quedar.- ¡Vaya hombre! ¡Yo que me había hecho ilusiones! - y me miró, como esperando algo más - ¿Por qué has cambiado de opinión? - añadió, menos sonriente.- Es que ya me he apoltronado y se me han pasado las ganas de sol - contesté, intentando seguir siendo convincente.Claudia manifestó por unos instantes su claro descontento, pero no insistió en llevarme con ella.- Bueno, no sé de qué me extraño. La tele, el periódico, el mando de la tele, el periódico, la tele… je, je ¡menuda diversión! - ironizó, no con mucha simpatía - En fin, yo me voy. Si cambias de opinión, ya sabes dónde estoy.Y Claudia se fue, meneando su culito con la feminidad que la caracteriza. Y yo me quedé ahí, en mi sofá, con la tele, el periódico, el mando de la tele…. y mi suegra.Hasta que, tras vaguear un rato aburridamente, empecé a pensar en las palabras irónicas de Claudia, dándome cuenta de que ese podía ser uno de los pocos momentos de intimidad que podíamos tener, pese al calor. Tras diez años de matrimonio y otros cinco de noviazgo, ya había, obviamente, cierta rutina en nuestra relación de pareja y pocos momentos que aportaran algo de chispa y novedad. Tal vez acompañarla a esa jodida hora de la tarde podría romper un poco la rutina y alegrarla.Me la imaginé allí, sola en la playa, y me entró una extraña sensación de tenerla un poco abandonada. Fue entonces cuando de nuevo retumbaron las palabras que escuché por la mañana ...
... "Me voy a follar a tu mujer". Varias preguntas surgieron en mi mente ¿Estaba suficientemente a gusto conmigo? ¿Necesitaría algo más? ¿Es posible que el tío ese de la playa se la hubiera ligado? Celos, inquietud y un extraño cosquilleo se juntaron para hacerme saltar del sofá, presto para ir a la playa con mi querida Claudia.Al llegar, la vi tumbada sobre la arena, muy cerca de las rocas existentes en ese extremo de la playa. Casi no había nadie en la playa y antes de acercarme, me quise dar un homenaje visual. Llevaba un bikini rojo carmesí, de esos que se anudan con lazos, dejando al descubierto buena parte de sus generosos pechos. Claudia es una mujer muy atractiva, a sus 32 años, con una figura muy cuidada y de curvas muy femeninas, morena con el pelo muy liso de media melena, con facciones suaves y redondeadas y ojos marrones de color miel. Su esbeltez la hace más alta de lo que realmente es, destacando sus pechos, grandes para su figura, y los muslos, carnosos y redondos, dando también algo de contrapunto al resto de su cuerpo mucho más estilizado. Me fijé, no sé por qué, en su monte de Venus, escondido bajo la tela del bikini, abultado y sobresaliente, pese a no ser excesivamente velluda en esa zona del cuerpo.Espiarla así, a escondidas, me hizo verla con otros ojos, y admito que me gustó, tanto que hasta empecé a empalmarme.En ese momento salió del agua del mar un windsurfista y se acercó a mi esposa. Instintivamente retrocedí, intentando ocultarme lo más posible. El ...