Descubriendo que me gusta ser observada…
Fecha: 20/08/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: dogma, Fuente: RelatosEróticos
... asegurar que miro mi trasero… vio mis nalgas en esa falda blanca que llevaba puesta, debo confesar que me éxito saber que me miraba, debo ser franca al decir que en verdad decir o pensar en la palabra nalgas… en el contexto de esa situación me provoca cosquillitas que hacía mucho tiempo no sentía. Me senté frente a él y me saludo tan atentamente como lo había venido haciendo desde hace unas semanas, yo me encontraba de espaldas al chofer que manejaba la combi, y cuando me voltee para pagar mi pasaje el descaradamente vio mis piernas, como quien espera ver más allá del borde de la falda,eso lo asumo porque al voltear de nuevo al frente y el regreso apresuradamente la mirada al frente, pero si note que miraba mis piernas, lo cual debo confesar me provoco una rica sensación, que por un momentome estremeció y recorrió mi cuerpo. Por lo regular suelo sentarme de manera recatada, y como las buenas costumbres dictan con las piernas bien juntitas… pero algo había en la situación con él y ese especifico momento que me empujo a no solo dejas mis piernas abiertas, sino hasta separarlas un poco más de lo que en todos mis años me hubiera podido atrever, tan solo para que ese hombre, joven, pudiera mirarme, no estoy segura, pero debo ser por lo menos 10 o 15 años mayor que él, pero me gusta cómo me hace sentir cuando me mira. Pasados unos minutos, mire atreves de la ventanilla de la combi y pude, de reojo ver como el insistentemente miraba mis piernas con una clara expresión de ...
... satisfacción y deseo que escondía mientras miraba su celular que casualmente se encontraba de tal forma que mis piernas se encontraran conveniente mente en su rango visual, me gusta sentir su mirada, me gusta cómo me observa. De la nada cerré los ojos y fingí quedarme dormida, no era algo raro, ya que recurrentemente me veía dormir mientras viajábamos en la combi. No tardo en mirar de manera sínica mis piernas, con esa cara de deleite que le provocaba mirarme cada uno de esos días que lográbamos coincidir. Pasado un corto rato miro discretamente a os lados para asegurarse que nadie lo mirara, y coloco su teléfono sobre su pierna, y lo deslizo entre sus piernas bajándolo poco a poco, hasta que su cámara estaba apuntando entre mis piernas, debajo de mi falda, y de una manera extraña eso me gusto al punto de la excitación… hizo que mi piel se erizara, poco a poco y mientras el trataba supongo yo que grabar lo más que se pudiera yo me excitaba mucho, y sentí algo que hace tiempo no sentía, poco a poco la humedad en mi crecía y sentí que me humedecía por dentro, esa situación aparentemente simple, me genero una excitación que hace tiempo no había sentido. Pasado el tiempo llego el momento en el que tenía que bajar, y el continuaba grabando debajo de mi falda, estaba tan entretenido grabando que no se percató que yo lo miraba, y solo reacciono hasta que yo pedí la parada, para levantar la cara y mirarme directo a los ojos mientras yo me despedía, le guiñaba el ojo con una sonrisita picara de ...