Mis dos familias - 10 de 10
Fecha: 11/11/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... árbol aplastándome contra él. Jadeaba emocionado, iba a ser mi primera vez con Álex, no resultaba el lugar mejor del mundo ni el más cómodo, pero la calentura y el deseo nos arrastraba. Había dado por supuesto que el chico era activo, no habíamos hablado de ello, aunque por su forma de conducirse resultaba evidente que pasivo total, como yo, no lo era. Me sujeté apoyando las manos en el tronco mientras sentía como él se bajaba los pantalones y se cogió la polla para acariciarme con el glande las nalgas superficialmente, con un movimiento brusco y repentino bajó más mi ropa. La sorprendente, aunque leve violencia que empleó, me encantó dejándome sin aliento. -¡Oh! Álex. -le hice que notara mi entrega sacando ligeramente el culo hacia él. -¿Qué? -Me gusta, me gusta. -me golpeó el culo con la polla varias veces, desde luego era larga. Su comportamiento áspero me excitaba, jamás pensé que este muchacho fuera así en el sexo, como tampoco pensaba que Álex hubiera follado, pero resultaba indudable que sabía lo que hacía y tenía cierta práctica. -Métela, hazlo ya porfa… -Yo también quiero penetrarte. -le sentí reír nervioso y rasgar un envoltorio que abrió con los dientes y supuse que sería un condón. Además resultaba precavido y estaba preparado para lo que surgiera. -Date prisa… -¿Desesperado? -Lo has adivinado. -hasta su forma de llevar la acción me calentaba. Sujeté las manos, una sobre la otra en el árbol, y me incliné echando la pelvis hacia atrás, separé lo que pude las ...
... rodillas ofreciéndole mi culo. Con una mano me cogió la pierna y me la elevó dejándome sostenido sobre un solo pie, entorpecido por el pantalón y a punto de caer, pasó un dedo untado de algo por el ano y seguido colocó la punta del pene en la entrada y apretó. -¡Ummm! -un gemido quejumbroso fue lo único que emití. -¿Te hago daño? -No, no, es muy bueno. Había entrado de repente y únicamente sentí el volumen que me llenaba el culo. -¿Entonces te gusta? -no podía negarlo y le reconocí que su polla era exactamente lo que necesitaba mi culo. -Si, dámela toda. Álex comenzó embestirme empujando lenta pero sin detenerse, golpeándome la próstata hasta sentir que mis piernas temblaban. ¡Joder!, que rico se sentía, que buena estaba la follada que Álex me estaba dando, aumentado el placer por el morbo de alguien nos descubriera. -Tu culito está delicioso y cerradito. -sonreí agradecido, me sentía orgulloso de que, a pesar de que me lo hubieran follado, mi culo volvía a recobrar su dureza dentro de la elasticidad que poseía. -Dame, dame Álex, fóllame duro. Me hizo caso y sus envites me levantaban del suelo elevándome en el aire, entrando cada vez más profundamente en mi y logrando que incrustara las uñas en la corteza del árbol. -¿Así, te gusta así? -¡Dios no pares, está riquísimo! -me sentía temblar como una hoja agitada al viento y me cogí la verga dura y tirando líquidos, estaba a punto de sentir un orgasmo que me obligaba a apretar el ano. Y Álex no paró, no se detuvo, continuó golpeando ...