Mis dos familias - 10 de 10
Fecha: 11/11/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... lo que yo había vivido en el sexo. Y era un activo total, al menos nunca había dejado que le follaran su culo, hasta ahora. Hablábamos y luego volvía a reanudar su cortejo hasta conseguir que me entregara sin oposición y deseoso de él. Destrozados dormimos hasta la mitad de la tarde del día siguiente. Me aseguré a mi mismo que no permitiría que Álex se me escapara, aunque tuviera que renunciar a muchas cosas, a lo que él quisiera, por él. Falló el hecho de que no me pidiera ser su novio y oficializar de alguna forma el compromiso, pero eso llegará con el tiempo. Me sentía, a pesar no hablarlo, su pareja y a él le sucedía lo mismo. Los días que faltaban para mi marcha transcurrían felices, Álex me hacía el amor enamorado locamente, igual a lo que yo sentía, y como si fuera la primera vez, en su casa o en la mía, ya resultaba normal el que cada uno frecuentáramos la casa del otro, y sin hacerlo público nos aceptaran en nuestras familias, en verdad sus padres lo deseaban una vez aceptada la sexualidad de su hijo y Don y mi madre estaban encantados. Me dolía tener que separarnos pero ahora tenía en quien pensar y él iría a pasar unos días a mi lado. Fue entonces cuando Don me comunicó la noticia. Llegué a casa a la noche, dispuesto a que mi chico me diera una de sus sesiones de sumo placer antes de despedirnos. -Telmo, ha pasado algo con Diego. -dudaba al hablar y presumí que algo malo pasaba. -¿Qué ha sucedido Don?, no me tengas en ascuas. -le zarandeé del brazo para que dijera ...
... lo que fuera de una vez. -Parece que llevaba varios días desaparecido, lo buscaban, y ahora aparece ahogado. -no pude reprimir mi grito angustiado. -No es cierto, Diego no, ¡Oh Dios mío! -Don me abrazó intentando consolarme, algo imposible de momento, realmente había llegado a querer a mi hermanastro y sentía un dolor interno que me desgarraba. En algunos momentos lo veía caminar a mi lado en la playa, sirviéndole como ayudante en su trabajo, y había muerto ahogado, me resultaba imposible de creer. Diego era un pez en el el agua. ¿Cómo estaría Javier? ¿Luz Maria su madre y su hermana Sandra? Pensaba en su dolor que sería más fuerte que el mío y volvía a llorar entre temblores. Don me dejó entre los brazos de Álex que no sabía la manera de consolarme. Tenía que estar con ellos, sufrir a su lado el calvario del dolor, esa era mi obligación ahora. -Tengo que ir allí Don, adelantar mi viaje para estar a su lado. -Ya he pensado en ello y he cambiado los billetes para mañana temprano, en el primer vuelo tienes la reserva, no hace falta que lleves equipaje, nosotros estaremos allí al otro día. Don, como siempre había pensado en todo y esa noche Álex estuvo en la cama conmigo, no de la forma que habíamos previsto, soportando mi dolor como el mejor amigo. Tomé un taxi que me llevara al restaurante, habían dejado al cargo a Manuel y ellos tres estaban en el tanatorio, volví a pedir un taxi que me llevara con ellos. Estaban acompañados por familiares de Luz y amigos de ellos, al verme ...