1. Compañeros de Piso


    Fecha: 23/08/2019, Categorías: Anal Gays Sexo Duro Autor: predatorgapes, Fuente: xHamster

    ... Me estaba cogiendo con ganas. Puso sus manos en la cabecera de la cama, y yo atraje más su cuerpo con mis piernas. Siguió embistiendo tan salvajemente que la cabecera y la cama chocaban contra la pared y rechinaban.-¡AAAAHHH, SÍII, ASÍIII! ¡QUÉ APRETADITO LO TIENES!-gritaba, sin importar quién nos pudiera escuchar.-AAAAHHH MÁS MÁASS DÁME MÁS-grité. Era de las mejores cogidas que me habían dado en la vida. Quería que siguiera dándome hasta perder el conocimiento. Nada me importaba ya. Solo quería sentirlo más.Hice que parara y me separé de él, antes de ponerme a cuatro patas en la cama.-Métemela toda-le dije, dejando mi culito alzado. Ni bien terminé de decirlo, me la metió de una vez. Solté un grito y abracé la almohada. Me tomó de las caderas y volvió a embestir. Era una bestia, pero me estaba cogiendo tan rico que hasta le echaba el culo hacia atrás para que me diera bien. Estaba en completo éxtasis. Me corrí sin darme cuenta que era la segunda vez esa mañana.- FÓLLAME, FÓLLAME, ASÍII, AAAAH, ASÍII, DAME DURO AAAAAH, RODRIIII, ASÍII-¡ME VENGOO, ME ...
    ... VENGOO!-gritó, dejando salir chorros de semen dentro de mí. Se desplomó sin quitarse de encima.Lo moví un poco para que quedáramos de lado, y cuando quise que me sacara la verga, que ya estaba volviéndose flácida, me abrazó y no me lo permitió.-Así puedo seguir cogiéndote cuando se ponga dura de nuevo.-me dijo al oído.El muy cabrón se quedó dormido, con su polla dentro de mí. Pero tan buena cogida me había dado, que ni me quejé.Después de ese día, hubo quejas de los vecinos, de que no volviéramos a golpear la cabecera contra su pared. Bueno, no volvimos a hacerlo.Teníamos todo el departamento para coger donde fuera.Rodrigo, siempre tan ocupado con sus cosas, ahora parecía otro. Llegaba de la escuela y se abalanzaba sobre mí, cogiéndome en la mesa de la cocina, en el sillón, en el baño, en pasillo, contra la lavadora… Realmente le había agarrado el gusto, y yo, ni lento ni perezoso, ya no llamaba a Alberto ni salía de ligue. Tenía una verga y un macho bien dispuestos a follarme cuando quisiera.Mudarme a aquél departamento, había sido mi mejor decisión. 
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