La sustitución
Fecha: 11/11/2017,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
LA SUSTITUCIÓN 1 Mi ex novia Silvia me pidió que me ocupara de cuidar su departamento durante un mes en el que ella tenía que viajar por estudios al exterior. Yo todavía no me había repuesto de la ruptura de nuestra relación, pero ella evidentemente sí, a tal punto que según me contaron, desde entonces ya la habían visto flirteando con varios hombres. Es que ella era una rubia despampanante de 19 años con un privilegiado cuerpo y una sensualidad poco comunes que le permitían conquistar al más atractivo varón con solo decidirlo.. Ella adoraba vestir provocativa para perturbar a los varones, y en más de una oportunidad la pesqué seduciendo a algún hombre, pese a encontrarse en mi compañía.. A Silvia le gustaba tanto excitar a los hombres que finalmente me abandonó para poder tener relaciones sexuales con quien quisiera sin remordimientos. Como quedamos a pesar de todo, en buenos términos, me pidió que me ocupara de regar sus plantas hasta su regreso que no ocurriría antes de los 30 días entregándome para ello las llaves de su departamento. Allí estaba yo entonces entrando en su casa para cumplir con la encomienda. Al poco tiempo de estar allí, me picó el bicho de la curiosidad. Quería saber que tan sexis eran las nuevas ropas que se había comprado desde que me dejó y fui a su armario a fisgonear. Pues bien, me encontré con un sinnúmero de minifaldas cortisimas, vestiditos, tacones y ropa interior que serían la envidia de cualquier modelo femenina. Evidentemente estaba muy ...
... fogosa y buscaba ser rapidamente satisfecha sexualmente para lo cual se vestía como una ramera. Tenía allí a mi disposición las prendas que cualquier hombre desearía vistiera su chica. Mecánicamente empecé a sacar algunas del armario y a acariciarlas y no se porque, a imaginarme como me quedarían, hasta que sentí la necesidad de desvestirme para probármelas. En el fondo creo que siempre quise usarle la ropa y cuando la veía vestida para matar, sentía cierta envidia y soñaba con ser yo esa impresionante mujer que los hombres miraban derritiéndose de deseo... Primero me puse un conjunto de ropa interior blanca muy ajustada y cavada que me levantaba la cola y me formaba un pequeño busto que incrementé con un relleno de algodón. Cuando me ví en el espejo, me sentí absurdo vistiendo esas sensuales prendas con vello en mis pernas. Entonces busqué en el botiquín de su baño la típica rasuradora que guardan todas las mujeres para salir de apuros, me enjaboné y me afeité todo el cuerpo hasta dejarlo muy suave.. Luego me unte esa crema con brillitos que Silvia solía usar en las piernas y que les daba una textura sedosa. Ya mi estética había mejorado significativamente, como soy bastante flaco y estilizado, la ropa interior femenina en mi cuerpo depilado no sentaba nada mal. Entonces saqué del armario una minifalda de jean muy corta y ajustada y me la calcé imaginándome que Silvia les debía cortar la respiración a los hombres al pasearse con esa minúscula prenda.. Me miraba en los espejos de ...