1. En una reunión de amigos me desvirgaron mi culito


    Fecha: 26/08/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Ciara y fui a la cama. Orlyn estaba en calzoncillo esperándome. Me senté a su lado, me tomó de la mano y me acostó boca abajo. Yo gozaba con la situación. El se levantó, me miró un rato y me dijo, pero que rica que eres Irma. Yo cerré los ojos cuando sentí que se me trepó en mi espalda, era pesado pero me gustó sentir ese peso de hombre. Se arrodilló, me dio un beso en cada nalga. Se sacó el calzoncillo y me dijo, dame ese culo rico, ponlo en mi boca que te lo voy a comer enterito. Hicimos el 69 y estoy seguro que nunca había sentido esa sensación de deseo tan grande. Al meterme esa verga en la boca, saboree su leche un poco salada. La cabeza me entraba justo en la boca, hice un esfuerzo y me la metí toda, que delicioso mamar ese cosa tan rica, era gruesa y larga. Así estuvimos un buen rato hasta que se levantó y dijo. Bueno señora, va a probar algo tan rico y que su marido nunca se lo ha hecho. Me puso una almohada debajo con lo que broté las nalgas, me las abrió con delicadeza, me echó de su leche en mi huequito y sentí la cabeza de ese miembro parado que hervía de deseo por metérmela, le pedí que sea delicado en esta forma: Orlyn, mi amor, quiero que me la metas toda pero muy despacito, recuerda que soy una mujer casada y no quiero que me rompas el culo porque después que le digo a mi marido. Orlyn dijo, señora bonita, si la rompo no importa, dígale a su marido que un verdadero hombre la culeó y si no le gusta se va a vivir conmigo. Mientras me besaba en la boca (yo ...
    ... tenía la cabeza un poco girada hacia atrás) me metía la verga. Casi no sentí dolor, quizás fue por los tragos, pero si sentí algo tan delicioso cuando Orlyn comenzó a moverse de arriba abajo y viceversa. Me cueleaba con tantos deseos que me chupeteaba y me mordía la nuca, no sentía dolor pero si un placer tan grande que empecé a gemir en voz alta pidiéndole que me la meta más. Me dio la vuelta, me puso las piernas en sus hombros, acomodó la verga en mi hueco y dijo, ahí va, goza con esta verga y la mandó hasta el fondo. Inverosímilmente estuve en esa posición diez minutos. Yo gritaba de placer, le crucé las piernas por su cuello y lo apretaba más pidiéndole que no me saque. Se puso encima mío y me comía la boca mientras que su verga trabajaba como un experto dentro de mi culo . Yo mivía las nalgas con desesperación, quería que él sintiera toda mi arrechera. Me la sacó y me puso en cuatro, apoyando mi cabeza en la cama e inició una nueva culeada, mejor que las anteriores. Me daba con tanta fuerza que mi cabeza rozaba con el respaldar de la cama hasta que me pegó unas veinte bombeadas con más potencia y se vino. Sentí como su leche inundaba mi culo y esa sensación tan rica me hizo también terminar. Nos quedamos acostados abrazados. Al despertarme, Orlyn ya bañado me miraba las nalgas diciendo, aprovechemos y tiremos otro palito, pero al querer levantarme, sentí un dolor en el culo, me lo toqué con el dedo y oh sorpresa, me metí el dedo y se me fue con facilidad, antes de que me ...