Pequeños retos
Fecha: 07/09/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Voyerismo
Sexo Interracial
Autor: Femmefatale969, Fuente: xHamster
Hace tiempo que se me antojó comerme una polla negra. Tenía curiosidad desde hace años, eso es verdad, pero desde hace un mes más o menos, lo tenía como una obsesión. De vez en cuando me da por ponerme retos, voy a lograr que me follen seis tíos a la vez, esta semana voy a comérsela al menos a dos de la oficina, voy a calentar al conserje hasta que se intente sobrepasar conmigo, quiero que Pedro me vea follando con el vecino. Bueno, pequeños jueguecitos para mantenerme viva y caliente.Lo del negro me ponía un montón, nunca he logrado que ninguno me folle y con toda la literatura que hay a su alrededor, que si la tienen más grande, que si aguantan más, les tenía ganas. Me puse manos a la obra. Pero ¿dónde hay un negro en condiciones?. No, no es tan fácil. En el ambiente en el que yo me muevo desde luego tampoco vivo rodeada de negros. El caso es que hace un par de semanas, saliendo del Mercadona, encontré la solución, un negro de esos que venden un periódico, o pañuelos o yo que sé en la puerta del super.Lo miré fijamente cuando salía con el carro. No estaba nada mal, joven, musculoso, muy musculoso, sonriente. Le miré con descaro, para que se fijara en mí, me paré delante de él y saqué un billete de diez euros de la cartera. “Toma, cuando te compres algo, acuérdate de mi”. “¡¡Uhhh, cómo no mami!!” Me dijo, “una cara guapa y generosa, no la olvido, gracias. Ayudo con el carro”- “Ahh, claro, muchas gracias”Me acompañó hasta el coche, abrí y empezó a descargar. Con el peso ...
... de las bolsas se le marcaban los músculos de los bíceps y de su pecho bajo una camiseta medio ajustada que llevaba. Cada vez me gustaba más el reto y me estaba poniendo muy cachonda. Terminó de meter las bolsas en el maletero, me acerqué a él y tocándole los labios con la punta de mi dedo índice le dije: “gracias hermoso, nos veremos” y me di la vuelta para meterme en el coche.Al alejarme, vi por el retrovisor cómo no quitaba ojo del coche mientras con su mano derecha se tocaba levemente la entrepierna. Yo estaba completamente empapada, notaba mi coño húmedo debajo de la falda mientras no dejaba de imaginarme a mi negro completamente desnudo.Hace cinco días decidí que iba a ser el momento. Trajecito liviano, sujetador que realzara un poco mis tetas y a la carga. Llegué al Mercadona, había mucho sitio para aparcar, casi al fondo del parking un sitio delante de las cámaras de seguridad. ¡¡ Perfecto !! Ahí lo dejé. Esperaba dar un gran espectáculo y no quería que el vigilante se lo perdiese.Al entrar no estaba mi amigo, ufff desilusión y bajonazo. Entré, estuve dando una vuelta por aquí y por allí, compré más de lo que me hacía falta, sobre todo por hacer tiempo, y a la salida. ¡¡ Bingo !! Allí estaba mi héroe de ébano, sonriente y pendiente de mí, desde lejos.Cuando me acerqué a él, no me dejó tiempo a hablar, “mami, yo ayudo, yo cojo tu carro”“Claro, ¿cómo no?, muy amable”Y nos dirigimos hacia el parking. Al llegar al coche le dejé que descargara y metiera las bolsas en el ...