Despojando de su virginidad a Ámbar
Fecha: 12/11/2017,
Categorías:
Primera Vez
Sexo con Maduras
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... chica de rostro infantil y aunque mucha gente me dice que también trago años, el cabello gris a los lados me delata en algo mi edad, pero con las mujeres que comparto más que una simple amistad, siempre me han dicho que les parezco más sensual y misterioso con mi cabello gris. La cena transcurrió de lo más normal y sentí que Ámbar intentó en lo que pudo estar cerca de mi tomándome de las manos. Intuía sus intenciones y creo que ella estaba claro con las mías, pero para no parecer ansioso o que me faltaba tacto le propuse ir al cine, a lo que ella respondió: - ¿De veras quieres ir al cine? - ¿Tienes otra propuesta? - Llévame donde tú quieras, lo que quiero es estar contigo. - ¿Te parece bien el “No-tell Motel”? - ¡Me parece bien! –dijo sonriendo. Aquella expresión local, es la insinuación de ir a follar a un motel, donde nadie al salir de ahí, hablará de lo que ahí ha sucedido. Ámbar es una con las pocas chicas con las que he usado un preservativo, pues ese día me hace saber que nunca ha estado activa sexualmente y en esa ocasión me dice que es virgen, que nunca ha tenido una relación sexual, lo cual yo actúo como si lo creyera, y me he ido a la farmacia a comprar un paquete de tres condones. Llegamos al motel, el cual es uno que luce muy decente en una zona de media clase alta. Puedo ver su nerviosismo y al tomar sus manos estas tiemblan y están frías. Sonríe con cierto nerviosismo y le pido que espere mientras voy a la recepción y pagar por un cuarto. Por suerte encuentro ...
... uno con yacusi y regreso por Ámbar al coche. Caminamos ahora hacia la habitación que por suerte está en el primer piso y entramos respirando algo de tensión. La tomo entre mis brazos y huelo el perfume de su cabello. Una de mis manos le toman uno de sus glúteos y me queda viendo sin decir nada y aprovecho para darle un beso en la boca y ahora siento su aliento, su respiración profusa y noto como su cuerpo tiembla. Beso su cuello y su piel se eriza y Ámbar se limita a tomarme de la espalda y solo siento sus uñas en una forma de masaje que llegan hasta mis hombros. En ese momento mientras nos besábamos y gemía cuando le besaba el cuello teníamos una breve plática: - ¡Me gustas! –le dije. - ¡Tú también! – contesto. - ¿Realmente quieres hacerlo? - ¡Estoy nerviosa, pero no tengo duda! ¡Quiero hacerlo con usted Tony! Con aquellos movimientos le despojé de su vestido color turquesa y queda ante mí con solo su sostén y una pequeña prenda íntima estilo bikini del mismo color turquesa, y que hace un bonito contraste con la piel clara de Ámbar. Le remuevo el sostén y quedan ante mí sus tetitas puntiagudas de una talla 34B y comienzo delicadamente a mamarlas y solo escucho el gemir pasional de Ámbar, el cual también me enciende tremendamente. Acomodo su ropa en un buró y me desvisto ante ella, quitándome la camisa deportiva que llevo, suelto mis zapatos y los remuevo, me despojo de mi pantalón de vestir y quedo con solo mis bóxers que no alcanzan a reprimir la potencia de mi erección que ...