SORPRESA EN LA PLAYA - Relatos Eróticos

SORPRESA EN LA PLAYA

... Susana por la forma en que buscaba atraer su atención y que podría hablar con ella en algun momento para convencerla de las maravillas del disfrute del sexo sin compromisos;   si es que yo consentía el intercambio y ella o sea Mabel, me agradaba, pues yo a ella le resultaba excitante.-
Mabel era realmente apetitosa y bella .- No era muy delgada pero estaba realmente deseable, sus tetas como que estaban apretadas en el corpiño y sobresalian un poco, su culito era redondo y respingon, sus piernas eran torneadas, su cabello rubio le caia casi hasta mitad de la espalda y su carita parecia brillar con una sonrisa amplia y su conversación era suave y en un tono muy agradable que la tornaban  absolutamente seductora.-
Los siguientes minutos conversamos acerca de los gustos sexuales de mi mujer y cómo habiamos caido en esta indiferencia. Mabel por su parte me hablaba del poder que la simpatía de Víttorio causaba en las mujeres y de sus propios gustos sexuales.- La idea era atractiva para mi desde hacia mucho, pero tambien estaba convencido que mi mujer lo rechazaria en forma vehemente y por otra parte no quise insistir mas en la frialdad de mi mujer para no frustrar a Mabel.- 
La charla fue derivando en temas cada vez mas morbosos sobre sus experiencias personales y comenze a hacerme la idea de cogerme a Mabel por todos sus agujeros, por lo que terminé echandome al agua porque comenzaba a tener una tremenda erección. Mabel se dio cuenta y me siguio al agua y divertida comenzó a ...

... jugar conmigo.-
Entretanto aparecieron el italiano  y Susana y se echaron al agua junto a nosotros pero solo conversamos de naderias y reimos. Asi paso la tarde y quedamos de vernos a la noche para tomar unos tragos en uno de los bares del hotel.-
Ya en la habitación intente contarle a mi mujer de lo que me habia confiado  Mabel, pero ella me corto abruptamente el tema y se fue a bañar.Tampoco me hizo ninguna escena de celos por mi acercamiento a Mabel y eso me intrigo.-
 Al salir se encremó y perfumó y se puso un conjunto de sosten y una tanga de color blanco que contrastaba con su piel ya morena y una pollera corta y super ajustada de color negro y una remera blanca que marcaba sus todavia deliciosas tetas.
No volví a mencionar el tema y lo dí por terminado. Al finalizar la cena Susana insistio con encontrarnos con la pareja que habiamos conocido y yo le seguí calladamente. No mas llegar al bar y vernos, Mabel le pidio a Susana que la acompañara al baño, guiñandome un ojo. Solo tardaron unos minutos en los que converse con Vittorio de las maravillas de la playa.- Estaba convencido que mi mujer habria rechazado cualquier propuesta de Mabel.-
No tardamos en ponernos comodos en un rincon apacible del bar y tomar abundantes tragos aun contra nuestra costumbre y todos estabamos mas que alegres. Un saxofonista comenzo a tocar melodías y Vittorio me pidio sacar a bailar a Susana y yo divertido asentí. Mi mujer me miro primero con un atisbo de furia y despues  inexpresivamente. ...