Diego - Relatos Eróticos

Diego

... puerta ya que el no acertaba con la llave y entramos. Nada más entrar se fue hacia su habitación, lo que me pareció extraño. Esperé un rato hasta que decidí ir hacia donde el estaba y decirle que me iba ya que probablemente estuviera durmiendo pero para mi sorpresa, cuando llegué me lo encontré sin camiseta mirandose los pectorales al espejo. Sorprendido y en cierta medida caliente le dije 
-Pero tío, que coño haces?
El se giró y poco a poco se fue acercando a mi hasta tal punto que la única separación entre los dos debía andar entre dos y tres centímetros, justo en ese momento me dice
- Tu que crees que hago?
Acto seguido me pegó un morreo en los labios de esos que quitan el hipo. Yo sin saber que hacer me aparté y le dije 
-Q... q... Que haces?
-Acaso piensas que estaba realmente borracho? Que te llamé a ti por casualidad? Marco cállate y disfruta.
En ese momento volvió a callarme con otro señor morreo y yo ya no pude más, dejé rienda suelta a mi calentura la cual no era poca, empecé a soltarme, el bajó sus manos hasta mi culo y empezó a sobarlo con fuerza, me estaba poniendo cachondísimo y mi polla ya estaba más dura que la torre eiffel. El, mientras, seguía morreandome mordiéndome los labios y el cuello, yo empezaba a jadear del placer que estaba sintiendo. Él seguía sobandome por todo el cuerpo y dandome azotes en el culo hasta que terminó por sacarme la camiseta dejando mi tren superior al descubierto, nada en comparación con el suyo. Su pollón empezaba a ...

... notarse por fuera del pantalón y hacía presagiar la preciosa tranca que se gastaba el cabrón. Poco a poco fui desabrochándole el cinturóny bajandole los pantalones dejando a la vista sus boxers Calvin Klein, que guardaban un bultazo enorme dentro de ellos. Empecé a sobarle el paquete y de su boca empezaron a salir leves gemidos, lo que me puso aún más. Cuando ya llevamos un rato así se tumbó en la cama y se sacó los boxers dejando a la vista la polla con la que tantas veces había fantaseado, gruesa, de unos 18 cm con pelo, pero bien recortadito y goteante de precum. En ese momento empecé a mamarsela como si no hubiera final, empecé por la punta y despacio para después tragármela entera causando que el dijese
- Joder Marco, que puta eres cabrón, dios como chupas!!!
El siguió gimiendo y gritando de placer mientras se la chupaba hasta que de repente me separó de el y se lanzó a por mi paquete, bajandome rapidamente mis pantalones y mis boxers, sacando mi polla de unos 16 cm y metiéndosela entera en la boca, causando en mi un placer enorme. Joder como la chupaba el cabrón, que sí, que tendría pintas de macho y de todo lo que quieras pero joder, la chupaba como una puta dios. Un rato despues dejó mi polla y volvió a subir a mis labios, volviendo a morrearme como al
principio lo que me pusó más caliente si cabe. Yo llevé las manos a su culazo, duro como una piedra por las intensas horas de entrenamiento que tanto se le marcaba siempre. Poco a poco me fué llevando hacia el salón donde ...