Vacaciones con mama
Fecha: 13/11/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... y con la ropa con que regresó de su trabajo aun puesta. Mamá, tenemos que hablar, así no podemos seguir, quiero pedirte perdón por lo que hice, estoy arrepentido de haberme dejado llevar por la calentura del momento. Gabriel, fui yo quien te llevó a esa situación, el que tiene que perdonar sos vos, mi obligación como adulta y madre era no llegar a ese extremo. Y más culpable me siento porque lo gocé. Desde que se fue tu padre no había estado con ningún hombre, y en ese momento té ví no como mi hijo sino como el hombre deseado. Sabes algo mamá, ninguna mujer me hizo tan feliz como vos, ninguna de las chicas con las que tuve sexo me hizo gozar tanto como vos. Cuando pienso en lo sucedido, por momentos siento mucha culpa y por momentos el recuerdo de lo sucedido me produce un placer enorme. No podemos seguir viviendo así. Tenés razón, no podemos seguir viviendo así, procuremos olvidar lo pasado. Abrazame Gabriel. La abracé muy fuerte y le quise dar un beso en su mejilla, pero ella sin darse cuenta giró la cabeza y besé sus cerrados labios. Nos quedamos mirando, uno frente al otro, y sin pensarlo la tomé de sus hombros, la atraje hacia mí y le di un beso con toda mi boca y mi lengua, ella abrió su boca y también comenzó a besarme con toda su pasión. Mamá descubrí que te amo, no solo como madre sino como mujer. Yo también te amo Gabriel, como hijo y como hombre, después de lo ocurrido en Mar del Plata ya no fui la misma, abrázame y haceme el amor. Mi madre me dijo lo que yo ...
... menos esperaba. No dudé ni un segundo, la abracé y comencé a besarla con toda mi pasión, ella me correspondió de la misma manera. Por sobre su blusa acaricié sus pechos, luego comencé a desabrochar la misma y quedó con solo su corpiño. Por sobre él comencé a besar con desesperación sus pezones, ella en un rápido movimiento se desabrochó también el corpiño y dejó sus tetas al aire. La miré y le pregunté inocentemente: ¿puedo? Si mi amor, soy toda tuya. Ella me sacó la remera y comenzó a desabrocharme los pantalones. Rápidamente quedé desnudo ante ella. No sé en que momento ella también quedó desnuda ante mí. Esta vez no fue el alcohol, esta vez fue el amor. No cenamos, pasamos toda la noche haciendo el amor, mamá se entregó por completo y gozó, al igual que yo del sexo más maravilloso. Descubrí con cuanta dulzura hacía el sexo oral, y con cuanto ardor respondía cuando yo era el que le hacía lo mismo. Antes de penetrarla tuvo dos orgasmos producto de mi lengua. Su concha se inundó de un delicioso jugo que yo no desperdicié. Ella a su vez me hizo acabar en su boca y degustó todo mi semen. Después de estos primeros orgasmos me acostó boca arriba y se subió de tal forma que mi miembro la penetró totalmente. Así me cabalgó con desesperación. Sus pechos subían y bajaban acompasadamente mientras yo le pellizcaba los pezones. Volvió a tener otro orgasmo, esta vez junto al mío. Como a las tres de la madrugada nos quedamos dormidos muy abrazados y desnudos. A la mañana siguiente llamó a su ...