1. Las hermanastras (Parte II)


    Fecha: 15/11/2017, Categorías: Incesto Autor: kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... el coño. Le tocó el caramelo a la madre. -Desvírgame, mamá, y tú dame a comer el coño, tía. Jerónima, metió la polla en su coño empapado y desvirgó a su hijo. Le entró apretada, debía ser por el tiempo que llevaba sin ser penetrada. Alpidia le puso el coño peludo en toda la boca. Tanto la tía como la madre se movían buscando el orgasmo. Se pusieron como motos. Aprovechando que Pedro no las veía, se besaban y se magreaban las tetas. A los diez minutos, más o menos, Jerónima ya se iba a correr: -¡Ay que me viene, ay que me viene! ¡¡Ay que me corro, ay que me corro!! ¡¡¡Me corro!!! Alpidia, al ver la cara de su hermanastra al correrse, apretó su clítoris contra la lengua de Pedro, movió la pelvis con rapidez, y se comenzó a correr en la boca de su sobrino, diciendo: -¡Mi madriña lo que ahí tal viene! Pedro después de tragar el jugo de su tía, dijo: -Chupármela que me quieeeero correr. Se la menearon y se la chuparon... Cinco minutos más tarde, después de lamer, chupar y mamar polla y pelotas, Alpidia ya estaba otra vez que echaba por fuera. Sin que Pedro le dijera nada, lo montó y lo folló moviendo la pelvis hacia delante y hacia atrás a toda pastilla. Ni dos minutos tardó en correrse. Jerónima, al terminar su hermanastra, no quiso ser menos. Montó a su hijo y no tardó en correrse. Recién acabara y sintió como le latía la polla a Pedro dentro de su coño. La quitó del coño y la puso en la entrada de su ojete. Pedro se la metió en el culo, y a su pensamiento vino la cara de su ...
    ... primo mientras se iba corriendo. Al acabar de correrse, Pedro, les dijo: -Ahora quiero dormir. Ir a follar a otra cama. Esteban, en su casa, acababa de masturbarse imaginando como su madre le comía el coño a su tía, y viceversa, pero en el momento de correrse, apretara bien la polla con la mano y la sacudiera pensando que se la estaba metiendo en el culo a su primo. A la mañana siguiente, Jerónima y Alpidia estaban desayunando en la cocina, vestidas, llegó Pedro, y les dijo: -Buenos días. ¿Se quedó a dormir aquí, tía? -¡¿No te acuerdas de nada de lo que pasó ayer noche?! Pedro iba a seguir con su mentira. -No, estaba demasiado borracho. Alpidia, suspiró, y dijo: -¡Qué pena! Jerónima, no estaba de acuerdo con ella. -Mejor así. Pedro siguió haciéndose el tonto. -¿Me perdí algo importante, madre? -No, hijo, no te perdiste nada. Una semana más tarde, por la noche, estaba Esteban ojeando la Voz de Galicia en la cocina de la casa de Jerónima, acompañado de Pedro, Jerónima y Alpidia, y le dijo a Pedro: -Escucha lo que pone aquí, Pedrín. Detenidas por la guardia civil D.S.V y M.A.G, alias Dori y Martu como sospechosas de un robo con asesinato en una vivienda de la Moraleja de Madrid el día de Nochebuena después de la misa del gallo. Pedro le respondió. -No creo que esas dos chaladas mataran a nadie. Jerónima, preguntó: -¿Las conocéis? -Sí, son dos amigas nuestras. -¿Novietas? -¡Qué va! Alpidia, también quería saber. -¿Cómo son físicamente? -Rubias, de ojos azules, muy guapas y muy ...