Clausura. Parte 1.1 - Relatos Eróticos

Clausura. Parte 1.1

Sofía permanecía semi inconsciente tras los barrotes de una lóbrega jaula empotrada en la pared de hormigón. El potente chorro de una gruesa manguera le hizo despertar súbitamente. El agua, completamente helada, trajo a la chica a la realidad sin apenas tiempo para darse cuenta de lo que ocurría. Abrió los ojos con dificultad, temblando de pies a cabeza. Una desagradable sensación de zozobra casi le hizo vomitar. Tenía pesadez en la cabeza. Entonces recordó. Un pinchazo en el brazo apenas hubo subido a aquel coche, acompañada de una mujer que jamás había visto en el asiento de atrás. Ella debió inyectarle algo. Luego, la completa oscuridad.Cuando pudo moverse, intentó incorporarse, pero se dio en la cabeza con el techo de hormigón, tan bajo que apenas le permitía levantarse. Estaba en un nicho empotrado en la pared y cerrado con una puerta de acero de fuertes barrotes. Solo entonces se percató de que estaba completamente desnuda. La puerta se abrió y unos fuertes brazos la arrojaron fuera del nicho, al suelo de una estancia gris, con una única luz artificial en el techo. Tras de sí quedaba la pared llena de nichos como el que ocupaba hasta hace un momento. Al fondo de la sala, una puerta que permitía acceder a la cámara. El resto era pared y suelo desnudo.Junto a ella, en el suelo, tan desconcertadas como ella misma, había dos chicas más. Ambas estaban igualmente desnudas, empapadas y tiritando. Les arrojaron unos trapos con los que las tres se secaron apenas ...

... superficialmente. Ninguna se atrevía a mirar a quien los había arrojado. Sofía estaba nerviosa. Miró con temor a sus dos compañeras. No las había visto nunca. Una de las chicas tendría unos 30 años. Tenía el pelo castaño claro, casi pelirrojo, con el pelo liso en una melena corta algo descuidada. Tenía la piel muy blanca y un cuerpo muy bonito. La otra chica era rubia, con el pelo largo hasta mitad de la espalda y liso. Le pareció que tenía los ojos verdes. Era la más bajita de las tres y parecía algo más mayor, como de 35.Tanto la pelirroja como Sofía habían caido de rodillas en el suelo como por instinto. La chica rubia, sin embargo, permanecía como recostada. Seguía sin reaccionar. Sofía bajó la cabeza hasta el suelo y permaneció postrada, expectante. La otra chica le miró de reojo e hizo lo mismo, algo asustada. Alguien se movió frente a ellas. Se acercó a la rubia. Al momento se escuchó el brutal chasquido de una vara de caña rompiendo el aire. El golpe restalló en la piel desnuda de la chica rubia, abriéndole la piel en un costado. La desconsolada chica apenas pudo gritar, y empezó a sollozar retorciéndose en el suelo.- Ni se te ocurra respirar. ¡Espabila! ¡estúpida!.- una voz femenina en perfecto castellano se dirigió a ella. - Tú eres...- pareció consultar un momento- Rocío ¿verdad?.- Si....- vaciló - ¿dónde estoy? ¿quién...?- no pudo terminar la frase. Una tremenda bofetada resonó al caer sobre su cara.- ¡Silencio! - Rocío calló y bajó la cabeza al instante, arrodillándose al igual ...