Clausura. Parte 1.1
Fecha: 16/11/2017,
Categorías:
BDSM
Fetichismo
Lesbianas
Autor: Asdef, Fuente: xHamster
... que sus compañeras.- Eso está mejor. Venga, poneos en pie.- dijo la mujer, sin tapujo alguno. En su tono de voz se podía percibir que se creía con total derecho a darles cualquier orden que se le antojase. Las tres chicas se pusieron en pie sin mucha decisión. Sofía levantó la vista. Solamente pudo mirar durante un instante. Al momento, en cuanto la mujer notó la mirada de la chica sobre sí, caminó con decisión hacia ella y le propinó una decidida y sonora bofetada, que por unos minutos dejó una visible marca en la cara de Sofía. La chica bajó la vista inmediatamente, y no se atrevió a levantarla ni por un momento a partir de ese momento. Las otras dos hicieron lo mismo, por temor a ser castigadas. Una vez pasó el momento, Sofía se quedó pensando en lo que había visto. La mujer en cuyo poder parecían estar tendría alrededor de los 44 años. Era asiática, a Sofía le pareció que posiblemente de China, aunque hablaba español con perfecto acento nativo. Lo más llamativo es que aquella mujer también estaba completamente desnuda. En su fugaz mirada, Sofía advirtió que llevaba únicamente un collar de cuero negro, con una argolla de metal en el centro, visiblemente amplia. No pudo ver mucho más, solamente advertir su completa desnudez. Entonces, Sofía sintió como la china le tomaba ambas manos y se las ataba por delante, colocándole una cinta de plástico con cierre sin vuelta atrás en las muñecas. Lo mismo hizo con Rocío y con la chica pelirroja, cuyo nombre aún desconocía. ...
... Después les sujetó las muñecas a una sola cuerda, cuyo extremo llevaba la china. Las chicas estaban así atadas entre ellas y a su captora.- Seguidme. - dijo la china con el mismo tono pausado, sin levantar la voz, pero con una tremenda autoridad. No tuvo que tirar de la cuerda para que le siguieran. Les hablaba con órdenes expeditivas y serenas, como quien no espera objeción alguna. La mujer abrió la puerta y salió a un pasillo muy bien iluminado, todo él de hormigón y totalmente vacío. Parecía que estaban en algún sótano, al parecer bastante grande. Las tres chicas caminaron con la cabeza baja tras su captora, sin atreverse a levantar la cabeza, ni a hablar, ni por supuesto intentar huir, pues no había forma de hacerlo e intuían que nada bueno podría sucederles si lo intentaban. Tras unos minutos caminando por un complicado laberinto, llegaron a otra puerta, algo más grande y con aspecto más civilizado.- Esperad aquí. - ordenó la china. Las dejó a la puerta, sin atreverse a hablar entre ellas, sujeto el extremo de la cuerda a una argolla de hierro clavada en el hormigón junto a la puerta. La china llamó con los nudillos. Una voz le autorizó a entrar. Entró en la sala y cerró la puerta. En una mesa de escritorio bastante lujosa, había una mujer sentada, ocupada examinando lo que parecía algún tipo de documentos. Aquella mujer era una monja, vestida con un hábito negro, la cabeza recubierta de blanco y velo también negro. Era una monja joven, de brillantes ojos negros y piel ...