De cómo mi inconsciente superó a mi consciente, o porqué soy así (1)
Fecha: 09/05/2019,
Categorías:
Transexuales
Tus Relatos
Autor: Camila, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
Tenía una hora por delante en lo que me tocaba mi cita con mi terapeuta, y había llegado muy temprano. Así que me senté en la sala de espera, en uno de esos sillones que se hunden, y comencé a pensar en mi inicio, y en cómo en realidad no fui consciente de lo que hacía, pero en lo profundo de mi ser hubo algo que movió las palancas que finalmente me llevó por este camino. ¿Cómo empezó todo?
Mi educación fue muy estricta. Mi familia era extremadamente religiosa y desde pequeño me inculcaron una serie de creencias, las cuales se me arraigaron muy fuerte en mi mente, y algunas de ellas todavía siguen ahí. El dinero hacía falta, pero los valores y sus excesos de moral no; más bien sobraban. Me inculcaron que nunca tenía que salirme de mis creencias, y que debía seguir los preceptos al pie de la letra. Cada cierto tiempo íbamos al templo, y las escuelas donde había estado eran religiosas, por lo que nos machacaban todo el día esos credos.
A Frank lo conocí un par de semanas antes de terminar mi curso de educación secundaria. Vivíamos relativamente cerca, como a 20 minutos caminando. Él me abordó mientras yo estaba sentado en una banca de un parque, después de un partido de futbol. Él era tres años mayor que yo, su familia no era religiosa y además tenían dinero, todo lo contrario a mí. Frank estaba por entrar al último curso de educación preuniversitaria, mientras que yo apenas iba a iniciarla. No teníamos amigos en común, pero no hacía falta. Él era hijo único y sus ...
... papás manejaban un negocio que les absorbía todo su tiempo, por lo que la mayoría del día no estaba ninguno en su casa, e incluso muchas veces no llegaban a dormir. Nunca los conocí.
Pero esa falta de tiempo con su hijo la compensaron dándole a Frank lo que quería, como videojuegos, una pantalla muy grande, computadoras, internet, además de que tenía a su disposición toda esa magnífica casa que, incluso, disponía en la parte trasera del jardín, un amplio cuarto de juegos con billar, mesa de ping pon, aparatos para hacer ejercicio, etcétera. Por mi parte, yo era el tercero de una familia de cuatro, vivíamos en una casa pequeña en un barrio de casas adosadas de clase media baja. Mis padres trabajaban y mi único hermano era el mayor, y nunca nos llevamos bien. Me molestaba mucho. Y mis hermanas vivían su vida.
Al principio me iba a casa de Frank a jugar con los videojuegos, y algo que nos gustaba eran las luchas, por lo que buena parte del tiempo nos las pasábamos haciendo eso, aunque él siempre me ganaba, pues era más alto y más fornido, mientras que yo vivía en un cuerpo muy delgado y pequeño. Tiempo después, complementábamos el tiempo viendo películas y videos porno.
En ese tiempo no me daba cuenta, pero las luchas era como un juego sexual en donde yo tenía el papel pasivo y Frank el activo, pero solo era eso. Ni pensar en atravesar el umbral prohibido del sexo entre dos hombres; eso era totalmente indebido, por lo que me habían enseñado. Las luchas, tiempo después lo ...