De cómo mi inconsciente superó a mi consciente, o porqué soy así (1)
Fecha: 09/05/2019,
Categorías:
Transexuales
Tus Relatos
Autor: Camila, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... supe, eran para darle la vuelta a mis ideas religiosas. Era una especie de sexo escondido.
De lo que sí tenía conciencia era de mi mala relación con las mujeres, pues por un lado aparentaba menor edad, con mi pequeño y delgado cuerpo, y por el otro nunca soñaba con ellas, pero sí fantaseaba, y mucho, con sexo en donde yo tenía una posición pasiva. Siempre me preguntaba: si yo era pequeño de estatura (enano o tapón, como me decían en la escuela) y muy delgado, lo cual en conjunto hacía que tuviera cuerpo de niña (por lo cual me molestaban), entonces ¿cómo esperar que yo fuera el activo en una relación sexual? Desde pequeño no entendía por qué, en el sexo y en la misma sociedad, los hombres siempre tenían que aceptar el papel de activos, mientras que las mujeres el rol pasivo. Era cierto que las mujeres siempre han sido más débiles que los hombres, pero yo era más débil que mis compañeros, incluso que los menores. Y esos roles se intensificaban en los videos porno, donde los hombres eran grandes, musculosos y acariciaban a las mujeres. En realidad, mi juego ficticio era soñar que en el sexo yo era una mujer o un ser débil y pasivo.
Llegué a ponerme ropa de mujer, usando las prendas de mis hermanas, pero no terminaba de sentirme cómodo, y me las quitaba rápidamente por miedo a que alguien me viera. Lo mío eran las fantasías sexuales, mis fetiches en donde yo tenía un rol pasivo, y otras personas me violaban, me amarraran, etcétera. Pero esos pensamientos los tenía ...
... muy escondidos, pues mis dogmas me impedían comentárselo a nadie. Eran míos y solo míos. Pero además de las luchas, otra forma inconsciente de reflejar esos fetiches (de lo cual realmente yo no me daba cuenta, y lo auto justificaba de diferentes formas) era añadir a mi cuerpo de niño niña el pelo largo, lo cual, afortunadamente, no me lo prohibían ni en la familia ni en el colegio.
Aunque si bien mi manera de ser era contrario a la actitud machista, no me comportaba como una niña. Me veía como una niña, pero mi moral y mis creencias me impedían comportarme como tal. Así que vivía en dos mundos distintos, lo que me provocaba una terrible angustia y un sentimiento de culpa por pensar en eso. Por ello, cuando Frank intentó algo de sexo, y lo hizo varias veces, yo me oponía fervientemente. Pero eso reavivaba mis deseos e impulsos sexuales. Muchos adolescentes se llenan de granos y acné, en buena parte por ese enfrentamiento sexual que tienen en sus mentes. Ese no era mi caso, pero yo sacaba mi angustia de muy diversas formas. Terminados los cursos tuvimos dos meses de vacaciones, y las dos primeras semanas la pasé con Frank, haciendo lo que siempre hacíamos.
Como mi pelo era largo y además hirsuto, se formaba una melena difícil de controlar. Al pasar por una estética, Frank me sugirió (y me pagó) un arreglo de pelo; no que lo cortaran, sino que lo dejaran más dócil, a lo que accedí. Solamente había una estilista en el pequeño negocio, por lo que ambos pasamos a la estética y ...