1. Batman y la nenita


    Fecha: 31/05/2019, Categorías: Jóvenes Tus Relatos Autor: Ezzo , Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... pequeño puño, el constante dedeo, la estimulaba y solo escuchaba sus leves gemidos… Hhhhaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaa mmmmmmmmmmmmm hhhhhhhhhhha aaaaaaaaaaaaaaaa Ooooooooooo oooooohhhhhhhhhhhhh- Su pequeña vaginita lubricaba en abundancia, demostrándome lo excitada que estaba, lista para lo que siguiera, tome el bote de pomada y le puse en abundancia para usarla como lubricante, no quise exponerme a un desgarre que hubiera sido desastroso, si hay algo de lo que puedo presumir es la experiencia con las nenitas, las trato de una manera que se quedan con ganas de mas verga adulta, tome otro puño y lo embarre en todo el tronco y el glande, me monte arriba de ella, olvidándome por mi calentura que solo era una pequeñita, mi cuerpo ocultaba completamente su frágil humanidad, rodee su cuerpo con mis brazos besándole el cuellito y sus pequeños pezoncitos.
    Me aplastas –gimió ella con una voz débil- estas muy pesado, no puedo respirar… Siento algo duro que me cala en mis piernitas Claro que se refería al monstruo que tenia en la entrepierna, que ya estaba desesperado por estrenar vagina.
    Perdóname chiquita, lo que pasa es que me calientas.
    - Porque no te quitas la ropa, me lastima tu traje negro –me pidió la chiquilla- Esta bien, me voy a encuerar para estar iguales- Procedí a desnudarme, quedándome únicamente con la mascara y la capa para no perder la fantasía del momento, ante ella quedo mi enorme cuerpo, no se si se los mencione pero mi trabajo como guardaespaldas de un importante ...
    ... ejecutivo mexicano, el cual por cierto tiene 3 hijas muy hermosas de 4, 7 y 10 años, pero eso es para otro relato, mi trabajo me obliga a mantenerme en forma tanto física como mentalmente, de antemano sabia la lujuria que despertaba en las mujeres cuando asistía al gym, mi abdomen marcado, piernas como troncos, un trasero firme y brazos bien desarrollados diestros para el combate cuerpo a cuerpo y como estoy completamente velludo del torso, brazos y piernas, parecía un oso.
    Un oso caliente dispuesto a cojerse a su presa.
    Sus ojos recorrieron mi cuerpo con admiración femenina, deteniéndose en mi miembro que se balanceaba amenazante apuntando hacia ella, y el cual brillaba por el líquido que salía de su único ojón, y que por lo rojo parecía un ciruelo.
    Me acosté a su lado, montándola arriba de mí, ya que no soportaba mi peso.
    Que bonito tienes aquí –me dijo al momento que con sus manos acariciaba mi pecho, Pareces un osito de peluche – Soy tu osito nenita, para que juegues con el todo el tiempo que quieras, pero antes vamos a jugar un juego muy especial, que te va a gustar, solo déjate hacer lo que yo te diga.
    Tome mi verga, apuntándola a su vaginita cerrada colocándome a su entrada, haciendo presión hacia arriba, al sentir la cabeza de mi pene, sentí que se estremeció de dolor brincando hacia arriba.
    Para que no gritara le aprisione su boquita con mis labios y tomándola de la cintura la fui bajando muy despacio para ensartarla en mi estaca de carne fibrosa y caliente como ...
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