1. Visita al despacho de abogados


    Fecha: 20/11/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    En la quinta planta se encontraba el despacho de abogados en donde tenía la cita. Cuando la secretaría me acompañó a la sala de espera no me imaginaba todo lo que daría de sí aquella visita. Por fin me avisaron y me acompañaron a un despacho de estilo moderno presidido por una gran mesa de cristal. Giré a mi izquierda al oír una voz que me saludaba. Era ella que saludándome me extendía una mano "oficial". Cuando me recomendaron este despacho no me hablaron de sus abogados y me quedé muy gratamente sorprendido al encontrarme frente a una mujer de un atractivo muy especial. Sin ser ya una jovencita aún no habría cumplido los treinta y cinco y su aspecto general era más que atractivo. Estaba vestida con un traje de chaqueta de gruesa tela, no en vano el invierno nos atacaba con sus más fuertes armas en aquellos días. Sin embargo la longitud de su falda no alcanzaba por mucho a cubrir la mitad de sus muslos. Sus piernas estaban perfectamente construidas y las medias negras que llevaba, junto con sus zapatos de tacón, remataban una visión que no dejé escapar. Su blusa blanca no me permitía mayores apreciaciones pero me conformé con lo visto hasta entonces mientras nos sentábamos a cada lado de la mesa. Su cara no era de una gran belleza pero su sonrisa fresca y continua le proporcionaban sin duda un atractivo muy sensual. La conversación versó sobre los temas aburridos que hacían necesaria su intervención mientras intentaba continuar con la visión de sus piernas a través del ...
    ... cristal pero apenas lográndolo por los papeles que manejábamos. Después de una hora me despedía de ella besándole las mejillas. Al día siguiente la llamé para concertar una cita y darle unos documentos que me había pedido. Quedamos a comer por conveniencia de ambos en una famosa cafetería de la ciudad. Cuando llegué a la cafetería en cuestión se encontraba abarrotada y ella no había llegado por lo que me acomodé solo en una mesa al fondo de la cafetería. No tardé en volver a ver sus piernas abrigadas con medias negras mientras se acercaba hacia mí por el pasillo central. Sus caderas se movían cadenciosas a la vez que dibujaba su perfecta sonrisa para mi. Comimos y además de tratar mis asuntos legales iniciamos una charla animosa que se alargó hasta los cafés. Sin duda su atractivo me estaba cautivando y no pensaba oponer ninguna resistencia. Me habló de su reciente separación y de cómo se encontraba un tanto descolgada del mundo actual. Por mi parte intenté animar la conversación con mis aficiones y aburrimientos… Cuando salimos de la cafetería teníamos un mismo destino: Le enseñaría unos trabajos con imágenes que estaba preparando. No hizo falta entrar en casa, en el ascensor cogí sus hombros y ella se acercó hasta mi. Posé mis labios sobre los suyos, ella me abrazó por la cintura y nuestras bocas se abrieron. La campana del ascensor al llegar a mi piso marcó el fin del primer asalto. No atinaba con las llaves y lo supongo normal ya que ella no había perdido en ningún momento el ...
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