Mi Suegrita
Fecha: 20/11/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... empecé a quitarme la camisa y cuando iba a desabrochar mi pantalón mi suegra un poco asustada preguntó: - ¿Qué hace Javier, por qué se quita la ropa?,- - Lo hago porque si me quedo con ella podría resfriarme, y mejor me la quito y me envuelvo en la sabana - respondí. Ella guardó silencio. Entonces continué quitándome el pantalón, justo frente a ella, entonces quedé únicamente en bóxer frente a ella, y procedí a envolverme en la sabana dando tiempo de que ella contemplara el bulto que se formaba dentro de mi bóxer. Ella agachó su cabeza e hizo como que no veía. La lluvia continuaba cayendo así que le dije a mi suegra que era mejor que nos recostáramos un rato, ya que la energía eléctrica no volvería pronto. Así fue como se recostó sobre el sofá cubriéndose con su camisón. Yo me acomodé en el sofá pequeño frente a ella. Mi verga estaba muy dura y caliente pensando en cómo cogerme a mi suegra que yacía frente a mí. No sé si por los efectos del alcohol o el cansancio pero me quedé dormido sentado en el sofá. De pronto cuando desperté en la madrugada con una sensación de frío miré que la sabana que cubría mi cuerpo había caído y que la erección que tenía era muy evidente dentro de mis bóxer, volví de inmediato a mirar hacia donde estaba mi suegra recostaba y vi como su camisón se había abierto mostrando parte de sus piernas. Mi verga se puso aún más dura y grande. No pude aguantar más y empecé a acariciar mi verga sobre mi bóxer, fue entonces cuando mi suegra abrió los ojos y ...
... sorprendida miró el bulto entre mis piernas, su cara se ruborizó y cubrió sus piernas con el camisón. - ¿Qué hace Javier? - Preguntó en tono nervioso. Ya no pude contenerme más y le respondí: - Acaricio mi verga mirando sus piernas suegra, sabe, tiene usted unas piernas preciosas y apetecibles, capaces de trastornar a cualquier hombre suegrita y yo no soy la excepción, ¡mire cómo ha puesto mi verga!, - Ella se sonrojo aún más, pero no supo qué decir. Entonces animándome aún más continué - Sabe suegrita mis relaciones sexuales con su hija son muy frías y un hombre como yo necesito algo más que eso, sabe me encantaría poder acariciar esas piernas tan deliciosas que tiene usted y poder sentir la suavidad de sus pechos en mi boca, ver cómo se estremece de placer una mujer tan bella y deseable como usted. - - Pero qué dice Javier, no ve que soy la mamá de su esposa, ¿qué le pasa acaso se ha vuelto loco?, No ve que yo soy una mujer mayor y decente y que nunca en la vida podría prestarme para una cosa de esas. Entonces le dije: - Suegra lo único que sé en este momento es que la deseo con todas mis fuerzas, ¡mire cómo tengo la verga!, - Y procedí a sacar mi verga de mi bóxer. Ella se asombró de ver mi gran verga grande y dura. En ese momento ella dijo: Javier, estás loco, mira soy tu suegra no está bien que hagas esto, eres el marido de mi hija, sabes lo que pasaría si se entera de esto, te odiaría y me odiaría a mí, por prestarme a esto - Entonces en un arranque de excitación me levanté ...