Siesta con papá (relato real) - Relatos Eróticos

Siesta con papá (relato real)

... corre, lo hará en mi boca y no mancharé el boxer, lo que delataría mi maniobra.
Meneo y succiono aquella polla maravillosa que me engendró. Sus ronquidos se trasforman en quejidos lastimeros. Noto que su glande engorda todavía más en mi boca. Se está corriendo. Convulsiona ligeramente y se vacía por completo. Me trago su leche abundante y caliente, no desperdicio ni una gota. Mientras, yo ya me había corrido tres veces sin apenas tocarme, tal era el grado de excitación. Recompuse su calzón, metiendo poronga y huevos otra vez dentro, y lo abotoné de nuevo.
Los siguientes días, papá cambió radicalmente de carácter. Estaba más relajado y contento. Incluso aumentó mi paga semanal sin motivo aparente. 
El domingo siguiente de aquel verano tan caluroso volvimos a dormir juntos la siesta. Entró sigilosamente en el cuarto, se echó a mi lado sin cubrirse con la sábana. Esperé a que empezara a roncar y me dispuse a repetir la maniobra del domingo pasado. Para mi sorpresa, se había puesto unos calzones más holgados, que ya tenían los botones desabrochados...