LOS GEMELOS - Relatos Eróticos

LOS GEMELOS

... 
Hola Dany, ¿Cómo estás? Yo: Ah, hola, bien y usted ¿eres Dany verdad?
Sí, soy Dany, le mentí.
¿Sabes, no estaba seguro de si eras tú o tu hermano gemelo? Sí, soy yo, volví a decir
¿tienes tiempo ahora? ¿podemos ir al motel?
Dios mío, de verdad que mi hermano es gay y se acuesta con señores ¿y ahora qué hago? Tendré que seguirle la corriente. Quería saber qué es lo que hacia mi hermano
¿tiene carro?  Sí, tengo uno que es 100 % polarizado. OK. Vamos me dijo. Tengo el carro en el parqueo, sígueme.
Llegamos al parqueo, abrió la puerta de un carro 4X4 lujosa, muy nueva. Ven me dijo, terminaremos lo del otro día. Te vas a dejar penetrar ¿no? No dije nada, era obvio que a mi hermano lo cogían y ahora me iban a coger a mí. Aunque me considero hétero, me dio un poco de morbo y decidí seguir a ver que pasaba.
Condujo el carro y llegamos a un auto hotel bien conocido 
Entró en uno de los cuartos, bajó el portón y entramos.
Inmediatamente, me abrazó, me acercó hacia él, me besó y me comenzó a masajear mis grandes nalgas. Nunca nadie me las había tocado así, me besaba el cuello, la boca, apretaba mis nalgas y me agarraba por la cintura para acercarme más a él, sentía su polla dura contra mi pierna.
Soy hétero, pero me gustaba lo que me estaba haciendo. Así que esto es lo que mi hermano se deja hacer pensé.
Quítate la ropa, dijo mientras voy a pagar. Yo no sabía qué hacer. Regresó y se volvió a abalancear sobre mí, quiero que me la chupes otra vez me dijo 
¿Queee? Dios mío, ...

... mi hermano es un mamóm.
Anda apúrate, no tenemos mucho tiempo decía.
No podía decirle que no era Dany, así que decidí seguirle la corriente haber hasta donde llegaba.
Con mucho temor me comencé a desvestir.
Tienes un cuerpo muy lindo me decía y tus nalgas son divinas y muy ricas, hoy si te voy dar gusto, te voy a penetrar como nunca te lo han hecho
Dios mío, me van a coger ¿Qué hago?
No niego que las caricias de ese hombre me estaban calentado, pues mi pene comenzó a crecer.
Se desvistió rápidamente y me acostó en la cama, se puso encima de mí y me besaba apasionadamente, me acariciaba todo el cuerpo, yo me estaba dejando llevar, sentía rico lo que me hacía. Así que esto es lo que hacen los gays me decía yo mismo. No está del todo mal, Se siente rico.
El señor me empujó hacia abajo y me dijo chúpamela. Queee, si yo nunca he chupado un pene, ni siquiera en sueños. Había oído a unos amigos gay, que es bien rico, pero nunca pensé que yo pudiera hacerlo me decía a mi mismo.
Tenía un pene como de 16 centímetros, con una cabeza muy grande, gruesa, en el ojito tenía una gota de un líquido transparente, el precum. Anda mi amor, dale, métetela toda.
Abrí la boca y me metí la punta de la cabeza. El olor que emanaba era bastante agradable y el sabor de la gota de precum era un poco ácido y salado, pero agradable, me gustó.
Dale, dale, nene, métetela toda. Y empujaba su pelvis hacia arriba para introducir su pene en mi boca. Al principio me dio un poco de asco, pero poco a poco ...