LOS GEMELOS - Relatos Eróticos

LOS GEMELOS

... mi recto, sentí como mi culo se llenaba de un líquido caliente, uno, dos, tres, trallazos invadieron mi culito hasta entonces virgen.
Me había gustado. Me tendí en la cama, el encima de mí, jadeando, besando mi nuca, mi cuello, que rico que eres me dijo, sentí como si hubiera sido tu primera vez, estas bien apretado, y movía su pelvis sobre mi adolorido culo, pero con un dolor rico, muy rico.
Así estuvo varios minutos, hasta que su pene perdió dureza y se salió solo.
Ven, vamos a bañarnos me dijo.
Se levantó de mí, me tomó de la mano y entramos a la ducha. Me abrazaba, me besaba apasionadamente y yo comencé a responder.
¿verdad que es rico besar me dijo? Mientras sus manos acariciaban mis nalgas enjabonadas, sentía rico lo que me hacía. Nunca nadie me había tocado y acariciado mis nalgas, no tenía idea de lo rico que se siente que alguien te las toque y acaricie
Yo hasta ese momento no había dicho ninguna palabra, todo fue tan rápido, pero muy placentero.
Salimos de la ducha, regresamos a la cama, me puso de lado, siguió besándome y apretando mis nalgas, que, aunque mi culito estaba adolorido, sentía bien rico sus masajes y caricias, sus besos apasionados, su lengua jugando con la mía, yo estaba respondiendo, me gustaba.
Ven, vistámonos, nos tenemos que ir.
Nos vestimos, salimos del lugar y me dijo: ¿te llevo al mismo lugar de la vez pasada? 
Si le dije. Al llegar al lugar, Sacó su cartera y me dio unos billetes. Toma, me dijo, te los haz ganado muy bien
¿Qué? Mi hermano cobraba, ahora sé de donde sacaba dinero para comprar cosas.
¿Cuándo te veo otra vez me preguntó?
Deme su número, Yo lo llamo le dije. Ni loco iba a dejar que mi hermano, me quitara ese señor, que me había desvirgado y me había encantado. 
De aquí en adelante iba a ser solo para mí y yo solo para él.
DANY: Oye bro, que bonita camisa, ¿Cuándo la compraste? ¿de dónde sacaste el dinero?
PETER: de la misma alcancía que tú, sonreí.