Pasión
Fecha: 21/11/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: harmsarah, Fuente: SexoSinTabues
... su pene se había puesto enorme. En un momento dado, me susurró: —Me estás poniendo a mil, chiquilla. Y puedes gemir tranquilamente, cielo, no te reprimas. Seguidamente, fue aumentando el ritmo de sus caricias, hasta que me vine. Pero él seguía teniendo el pene tieso y me daba no sé qué dejarlo así, sin poder calmarse. Le dije tímidamente. —Me da no sé qué dejarte así. ¿Quieres que te calme? Jaime se me quedó mirando en silencio y luego me abrazó. —¿Lo dices en serio? —Claro. Entonces, me dio un ligero beso en la boca y asintió. —De acuerdo. Me hizo levantarme de la camilla, se bajó los pantalones y se tumbó él en la camilla. Le hice una mamada que lo hizo gemir de placer. Cuando se vino, me tragué todo su semen, sin dejar ni gota. En comparación con mi chico, tenía un pene bastante más grande. Después de levantarse de la camilla, me abrazó fuertemente y me dijo: —Mi niña, eres una mamadora maravillosa. Vas a hacer inmensamente feliz al hombre con el que te unas, ya sea el chico con el que sales ahora o cuando conozcas a algún otro hombre. Me han mamado la polla bastantes veces, pero ninguna como tú, cariño. Y ahora, vámonos de aquí, no vaya a ser que me excites tanto que te folle aquí mismo. Y dicho esto, salió de la habitación. Me vestí y luego nos fuimos a casa. En cuanto entramos por la puerta, mamá le preguntó: —¿Y bien? —Tranquila, mamá, todo son imaginaciones tuyas. La chica dice la verdad. Le he quitado un par de pequeños quistes, que parecen de grasa pero hay que ...
... analizarlas. También le he hecho una analítica. La he explorado y de verdad que es virgen. —De acuerdo. Me fío de ti. Pero más le valdría salir con el hijo de mi amiga. —Ese chico no me gusta nada, mamá. Es un chulo y algún día se va a meter en problemas. —Es de familia educada, y no como ese chico tuyo que su padre era alcohólico. Mi hermano intervino entonces: —Mamá, el que sea de familia educada y pudiente no quiere decir nada. A veces son los peores. Y el otro chico no tiene la culpa de que su padre fuera alcohólico. —Bueno, vamos a dejar el tema. ¿Cuándo tiene que volver la chiquilla a tu consulta? —Dentro de dos días le quiero volver a hacer otra exploración. ¿Te parece a la misma hora? —Estupendo. Dos días más tarde, hacia mediodía, llamó mi tía para interesarse por nosotros. También nos dio una mala noticia. El hijo de la amiga de mamá, y un par de amigos más, habían robado un coche. Estaban bastante borrachos y atropellaron a cuatro chicos matándolos en el acto. Entre esos cuatro, estaba el chico con el que salía. Me dejó destrozada. Cuando llegué a la consulta, Jaime estaba hablando por teléfono, y por señas, me hizo pasar a la sala donde me miró la primera vez. Me desnudé y me tumbé en la camilla. Ese día hacía tanto calor que ni los ventiladores hacían demasiado efecto. Cuando entró mi hermano, tenía la camisa medio desabrochada. Enseguida se dio cuenta de que me pasaba algo cuando me miró a la cara y me hizo contarle lo que pasaba. Entre sollozos, conseguí hilvanar ...