Violé a mi prima dormida - Relatos Eróticos

Violé a mi prima dormida

Este es un relato de una historia real, luego de haberlo hecho quedé tan impresionado que he estado buscando lugares para publicarlo y contarles mi experiencia. Tengo 30 años. Vivo en una casa familiar bastante grande, aquí siempre he vivido cerca de mis primas de edades cercanas a la mía, de entre los 20 a los 25, aunque nunca había sentido atracción por alguna, pero una de mis últimas primas, de 15 años, un día empezó a despertarme el interés. Ella ha tenido algunos inconvenientes recientes debido a los cambios normales de su edad, rebeldía, etc. Había estado asistiendo un con psicólogo para normalizar su conducta. Pasé muchos meses teniendo pensamientos sexuales con ella, hasta que un día de esos que las ganas no se aguantan, decidí hacer un plan muy elaborado para llevarla lejos de casa.

A pesar de su proceso psicológico algo pesado, a ella le gustan cosas como estar sola y los retiros a lugares tranquilos, entonces... luego de haberlo pensado, le dije a mi tía (su mamá), que había una oportunidad de ir a un lugar muy bonito y de descanso que le podía hacer muy bien a mi prima. Mi tía me tiene mucha confianza, ya que he sido una persona de bien. Le comenté como era el proceso y al final, de ir a un lugar abierto, natural, con hospedaje, todo seguro y tranquilo, por supuesto le dije que yo iba a ir porque a mi también me gusta. Tuve cuidado de elegir una fecha en la que todos estuvieran ocupados para que me dejaran el camino libre. Ella aceptó luego de algunos días y ...

... mi prima estaba muy animada de ir. Así que fuimos los dos.

Un de los días del retiro en ese lugar de naturaleza y aire libre, empecé a charla con ella acerca del consumo de vino, champaña y alcohol en general. En un momento logré convencerla de tomar cerveza. Fuimos a la tienda del lugar, ella no tenía idea del porcentaje de alcohol en cada cerveza, así que desde el inicio le hice tomar una de mucho porcentaje. A la segunda cerveza ya estaba mareada, como nunca había tomado, le hizo efecto muy rápido. Adicionalmente, antes de ir al retiro había comprado algunas pastillas para dormirla. Le puse la mitad de una pastilla en su tercera cerveza, que al principio no se quería tomar porque decía estar muy mareada, pero entre risas, la convencí.

Estando en estado de embriaguez y casi a punto de dormirse, fuimos caminando y riendo a su habitación. Aunque sinceramente, hicieron falta otras dos cervezas para que ella quedara satisfecha, ¡la estábamos pasando muy bien! Cayó al noche y ella empezó a querer dormirse, antes me dijo que quería ir al baño porque ya había tomado mucho, obvio. Se encerró en el baño y en ese momento sentí miedo de que se quedara dormida allí, ya que al entrar había puesto seguro a la puerta del baño, pero sentí el alivio más grande del mundo cuando pasados unos minutos, salió tambaleándose.

La tomé de rápidamente antes de que se cayera y la llevé a la cama. Su habla ya no se entendía, me daba mucha risa por dentro, pero realmente empezaba a sentir esa ...