La desvirgación de un chavito del cole
Fecha: 03/01/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Manu, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
Todo empezó, el año pasado, cuando a principios del verano mis padres alquilaron una casa en I. Nuestros vecinos, también de B., habian alquilado la casa adosada a la nuestra. Las dos casas pertenecian al mismo dueño y por eso la piscina estaba compartida entre las dos casas. Mis padres se hicieron rapidamente amigos con nuestros vecinos. Y yo con el hijo, Leo, un chico de 13 años. Yo entonces tenía 15.
Leo tenía un fisico muy parecido al mio, aunque por su edad estaba un poquito más bajo. Y, por haber notado desde el primer día el volume de su bulto, el vecinito estaba menos fornido... Como yo, su piel blanca los primeros días se cambió en bien bronceada por el sol después de una semana. El chavito me pareció mas lindo así, lo debo admitir. Su cabello rubio, sus ojos verdes y su rostro muy bonito, su colita redonda... todo lo hacia a mis ojos más atractivo. Nunca en mi vida un varoncito me había parecido tan seductor !
Después de una semana de vacaciones, nos divertibamos como hermanos, casi todo el día en la piscina. Nuestros padres ahora más amigos todavia, un domingo se fueron juntos a visitar a otros amigos en una finca cerca. Leo y yo nos quedamos solos. El desplegó dos colchonetas de plástico al borde de la piscina. Me acosté cerca de él y conversamos. Me habló del colegio, de sus amigos. Después de una hora, por juego, probé de hacerlo caer en la piscina, volteando su colchoneta. Eso se convirtió en lucha cuerpo a cuerpo. Cada uno querendo demostrar al otro ...
... que era más fuerte. Estabamos solamente de shorts y luego de algunos minutos luchando y haciendo fuerza para ver quien ganaba, Leo, más pequeño, quedó boca abajo y yo encima. Sin querer, talvez por la calentura de aquellos días, y por el orgullo de estar ganando, empécé a tener una erección. Al principio, hice como que no lo notaba, para ver si pasaba y seguí en lo mio. Sujeté fuerte las muñecas de Leo y mi pija quedó aún por encima de los shorts bien entre sus nalgas. Sentí un poquito de verguenza, pero no podía negar : era una sensación muy linda. No solo yo estaba dominandolo sino que además casi somentiendolo. Leo me dijo :
- "Que te pasa ? Se te paró ?"
No dije nada, solo me quedé quieto pensando en que debía hacer. Pero, de repente, fuí poseido por las ganas de follarlo y, con mis piernas, fuí abriendo despacio las suyas. Me sorprendí al ver que no me daba trabajo, que las abria con facilidad... Animado por su pasividad, comencé a hacer movimientos como de cogerlo.
- "No, Jordan, que quierés hacerme ?"
- "Nada... solo dejame un poquito, no te voy a hacer nada..."
- "Noooo... Estas loco ? No quiero ! Sueltame !..."
Le solté una de sus muñecas, pero solo para que me quedara mano libre, con la que empecé a acariciar... las caderas... el vientre...las tetillas... Leo no intentó escapar. Al menos no puso demasiado empeño en librarse... Así que fuí metiendo esa mano por debajo de su pantaloncito, y comencé a acariciar sus nalgas... Las apretaba y las frotaba... Cuando ...