Una guarida de "cachaquitos" - Relatos Eróticos

Una guarida de "cachaquitos"

... por parejas o grupos que compartian el líquido amabrino ligeramente traslucido que los meseros repartian en jarritas de plástico de un litro y medio. A un lado de la sala, de pie, parados cerca de la pared, estaban unos 15 o 20 muchachos, todos con el pelo rapado, y vestidos de manera militar : pantalones holgados, con bolsillos a los lados, camiseta blanca de algodón y, en muchos casos, una gorra que no dejaba notar hacia donde estaban mirando. Muchos llevaban cadenas con cruces o rosarios en el cuello. Casi todos tenian tatuajes en el brazo. Todos se veian unos chulazos de espanto, tíos cachas y robustos. Sus camisetas marcaban los músculos de los hombros y el pecho. Charlaban entre ellos, observando, sin hacerse notar, a los distintos clientes, como pensando :  a ver quién me toca hoy, quién me va a invitar a su mesa... a zamparme una chelita...  antes de follarmelo toda la noche...

Todos parecian pertenecer al ejercito. Y por cierto muchos estaban haciendo su servicio militar. Pero no todos en realidad, algunos quizas son vigilantes particulares o son desempleados. Lo que importa para ser "un cachaquitoi" es más bién la apariencia, y sobretodo la actitud. Desde la mesa que me habia indicado un mozo estaba observando ese fantástico surtido de machos. Rápido dos me llamaron la atención : un muchacho muy robusto, morenito, cara con rasgos muy masculinos, brazos poderosos y pectorales bien definidos que marcaban sus camiseta. A su lado, su compañero parecía menos bruto, ...

... con un cuerpo alto, delgado, pero también viril. Pensé : hacer sexo con ellos, o con solo uno de ellos, sería un sueño !.... 

Empiezo a mirar esos dos cachaquitos, tratando de establecer contacto visual con ellos. Pero con esas malditas gorras no puedo ver sus ojos y averiguar que hayan notado mi interés para ellos. Los dos muchachos se ven muy distintos fisicamente, pero ambos son a mi gusto. Por fin el más robusto notó mi mirada y golpeando el brazo de su compañero se acerca a mi mesa. El otro soldado sigue. Los dos machos me estrechan la mano y se acomodan. Nos presentamos. Comenzamos a conversar. El más robusto se llama Daniel, el delgado Mauricio. Los dos vienen de un pueblito cerca de Arequipa, por eso salen juntos a "divertirse". Pregunto "porque los muchachos de ese local, "La Jarrita", son todos militares tan guapos y... viriles ! Daniel me contesta : "No sé nada de los otros chacas, pero tratando de nosotros venimos de una tierra donde los varones son todos muy robustos, porque tenemos ascendencia contadina !" A su turno Mauricio habló, explicandome que tenian dia franco y que por eso habian escogido venir a "La Jarrita" para bailar y "divertirse" un poco... dado que podían quedarse toda la noche ! Las botellas de cerveza llegaban y se vacían con rapidez. Y con rapidez los dos soldados se habian intimado conmigo, hasta el punto que me hablaron de sus experiencias sexuales, de las primeras chicas que se follaron, de pajas con otros chicos en el tiempo del colegio... ...