1. Carnaval de Barranquilla : leche caliente de dos morenos


    Fecha: 03/02/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Manu, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... armandome de valor empezé a succionarle la mitad de esa golosina negra. Parecia que esperaba esto. Seguí mamando su pija de donde se desprendaba un excitante perfume a macho, una mezcla de olor a sudor y esperma. Que rico !
    
    Para facilitar mi mamada, Germán había bajado su pantalón. El macho negro tenía unas piernas con músculos muy marcados y duros. Su verga ya tenía unos 20 cm de largo y un grosor como pocos había visto en mi vida sexual. Me dijo que lo estaba haciendo muy rico, pero que el quería "metermela", para que realmente yo disfrutara de su hombría. Le contesté que su "indecente" propuesta me encantaba, pero que esa linda idea no podía realizarse en un lugar tan feo. Mi preferencia era disfrutar de su excepcional herramienta en un lugar limpio, un cuarto con cama. Estusiasmado Germán me propuse ir a un motel que conocía. Y ademas me habló de un amigo suyo que podria acompanarnos, un macho joven, también moreno, alguien muy bien dotado, un verdadero semental costeño !... Mi excitación estaba al colmo. Fui de inmediato a avisar mi amigo que regresaría más tarde a su casa. A escucharme, él no me pareció muy decepcionado. Lo que pasaba es que habia también encontrado el amante de sus sueños, un joven de piel blanca y pelo rubio, un poco afeminado, claro, pero con nalgas redondas y firmes de verdadero putito... Cada uno podía entonces vivir su propia aventura...
    
    El amigo de Germán, Alejo, un chico barranquillero, nos propuse ir los tres a un motel muy seguro que ...
    ... conocía. Caminabamos rumbo a ese nido de amor, hablando del increible ambiente de libertad del puerto. Mis dos amigos se reían de mi, diciendome que todavia no podia imaginar todo lo que me quedaba descubrir... El portero del motel nos acogió muy cortésemente y nos acompaño hasta el último cuarto que quedaba libre. Los morenitos no perdieron tiempo, y, de repente, me encontré acostado de espladas con mi trasero en el borde de la cama, y con Germán sentado a horcajadas sobre mi pecho. El viril cartagenero tenía sus largas y fuertes piernas flexionadas a cada lado de mi tórax. Con una mano me sostenía la nuca para faciltarme la mamada de su tranca que él se ocupaba de meter y sacar de mi boca con un rítmico movimiento de cadera.
    
    Mientras tanto Alejo me hacia un convinzudo masaje lingüístico entre mis nalgas. Cada tanto introducia sus largos dedos en mi ano, dilatando cada vez más mi humedecido esfinter. Finalmente se acomodó y guiándolo con la mano fue calzando su durísimo pollón en mi anhelante culo, provocándome espasmos de placer que me hacían apretar más fuerte mis labios sobre la verga de su amigo Germán. Cuando los huevos de Alejo se toparon con mis nalgas, los dos muñecos empezaron a bombear en forma sincronizada, llenando por completo mis cavidades. Se movían acompasadamente, gozando y acelerando sus embestidas. Y al cabo de unos minutos se corrieron casi al mismo tiempo ! Y de que manera ! Se notaba que llevaban varios días sin descargarse, porque mientras trataba de ...