Un compañero especial 5 - Relatos Eróticos

Un compañero especial 5

... con una exhalación me dice me voy me voy!! Fue lo suficiente para detonar la acabada de ambos, sentía una leche caliente y espesa recorrer mis entrañas, mientras que con mis manos en una furiosa paja trataba de escurrir mi pija. Carlos desploma su pecho en mi espalda, y con voz muy baja me dice qué hermoso sos ,tienes un culo precioso!!! Levante mis pantalones, abrí apenas la puerta para ver si había alguien, y al no ver a nadie salí del baño, en la puerta de enfrente ya no había nadie, Carlos me toma del hombro y me frena, dame tu teléfono por favor me dijo, después de darle número con sus dos manos me tomo por mis cachetes y me dio un beso largo y profundo. Te voy a llamar me prometió. Me fui caminando por entre medio de la gente, y salí a la calle , no quería verlo a Brian, pare un taxi, y me fui a mi casa. Apague el teléfono y me desplome en la cama. Al mediodía del domingo me despertó el hambre, salí a comprar media docena de empanadas y vi como una tormenta amenazaba la tarde . Había algún que otro trueno. Me metí de vuelta en mi casa para comer las empanadas, mientras comía se me dio por prender el celular, y me traes comida casi me atragantó al ver cuando me entra un mensaje de un número que no tenía agendado, en la foto de perfil estaba Carlos y El mensaje era, estoy en la plaza dónde te bajaste el domingo pasado del colectivo ,vos vivís cerca? Sí,  respondí. Nos podemos ver ahora?? Replicó. Además de nervioso le contesté sí dame 10 minutos. Y tiritando de los ...

... nervios fui al encuentro de Carlos. La lluvia era inminente, estoy llegando a la plaza y sentado en un banco lo veo a Carlos sentí dentro mío como una especie de voz que me decía, es un negro hermoso, Carlos mide un metro 80, tez bien oscura, pelo corto lacio y dientes muy blancos, físico muy fibroso parecía trabajado en un gimnasio. Y yo, de tez bien blanca pelo castaño claro corto, contextura delgada, ojos marrones, eso sí, cola parada y redondeada, casi lampiño, debe ser por eso que cuando Carlos me vio cola para arriba en la habitación de Bryan se terminó de volver loco al verme. Caminaba temeroso hasta que llegué a donde estaba Carlos, nos dimos un beso en la mejilla como si fuéramos amigos, está por llover me dijo. Ya se larga en cualquier momento le dije. Yo quería hablar de lo de anoche me dijo, con mi mirada al piso le respondí si, en eso varios truenos y la lluvia se largó copiosa. Corrimos unos 20 metros hay una parada de colectivo que tenía un pequeño refugio, pero como soplaba  mucho viento nos estábamos empapando entonces cruzamos en frente a una fábrica abandonada que tenía un pequeño techito, Carlos se puso de espaldas a la pared y ni Lerdo ni perezoso me dio vuelta para que yo quedaba de la misma manera con mi cola apoyando encima de su paquete como protegiéndome de la lluvia, me tomaba por el hombro y por las caderas con ambas manos, apretándome hacia él para que yo no me mojara de paso me estaba pegando una terrible apoyada, el viento arremolinaba en la calle, y ...