Un compañero especial 6 - Relatos Eróticos

Un compañero especial 6

... costado contra la pared junto con mi pecho, y mi brazo izquierdo. Había arqueado mi cintura bien hacia atrás y mi cola la estaba despedazando a pijazos, este negro precioso que estaba cambiando mi vida. Con mi mano derecha empecé a masturbarme, Carlos me seguía dando y dando y dando, no se cansaba, y yo estaba despellejando mi pito con esa terrible paja que me estaba haciendo, de repente siento terrible chirlo en mi nalga derecha, que me arranca otro alarido, lo miro con pavor, pero a la vez con lujuria, para después mirarlo con unos ojos desafiantes, proponiéndole que se animara a volverme a hacer, que me había pegado y que me había ardido mucho, me había encantado e iba a seguir queriendo algún otro más. Este conjunto de cosas, el chirlo, mi grito y mivposterior cara, desesperó aún más a Carlos, que aumentó la intensidad de sus empujones dentro mío, abría la boca y apretaba los dientes, y una aaaaaa ronca demostraba su calentura y su inminente acabada, con su mano izquierda estrujaba mi cadera izquierda y con la derecha me propinó cuatro o cinco chirlos que me hicieron gritar y gemir como una loba. Y Carlos no dio más y otra vez inundó mi cola de leche!!! Al sentir todo esto el ardor en mis nalgas, la acabada de Carlos, explote con tres esculpidas de leche más!! Agitadisimos,casi muertos, terminamos de bañarnos y envueltos en dos toallones nos fuimos de vuelta a la habitación. Nos tiramos los dos en la cama, y después de una sesión maratónica de recogidas feroces, ...

... comenzamos a charlar para conocernos un poco. Carlos me preguntó que era Bryan en mi vida, y yo le conté la historia, pero que Brian era eso, el que me había desvirgado, es que me había cogido por primera vez, al que le había chupado la pija por primera vez, en definitiva el que me metió en este mundo que yo no conocía, el que había sacado cosas de mí que yo no sabía que tenía, pero nada más que eso, no era mi novio ni tenía ningún compromiso con él. Charlamos de mi vida y de la de él. Y que el domingo pasado cuando él viajó conmigo en el colectivo, casualmente ibas a trabajar, y al ver que yo tomaba el colectivo que él debería tomar, se puso muy ansioso, tenía en la cabeza mi posición en la pieza de Brian, cola para arriba y con las piernas abiertas, por eso la locura pudo más que él y se puso detrás mío para apoyarme todo lo que pudiera, qué es el primer momento en que me vio y que le llame la atención, que no podía entender que  un chico como yo estuviese con Brian, y no me daba ni por casualidad 38 años, que él pensó que yo tendría 22 o 23 cuando mucho. Tirados en la cama seguimos charlando. Carlos me decía que tenía que entrar a las 8:00 en una empresa de seguridad  de domingo a la noche hasta el viernes a la madrugada cuando salía de trabajar, o sea todos los días a la noche de 8:00 de la noche a 8:00 de la mañana, y los viernes y sábado a la noche no trabajaba,que quedaba a unas 30 cuadras de mi casa, de ahí la casualidad que teníamos que tomar el mismo colectivo. Ahí pensaba ...