Cómo mi primo me descubrió y me inicio 4 - Relatos Eróticos

Cómo mi primo me descubrió y me inicio 4

... botella de licor y seguimos la fiesta entre besos apapachos caricias cachondeo rico nos divertimos un buen rato hasta que la temperatura subió al máximo y otra vez estando de espaldas a él con una mano me tomó por la cintura y con la otra de uno de los pechos atrayéndome hacia él con fuerza besándome el cuello las orejas y haciéndome sentir como poco a poco su miembro iba tomando dureza tallandose con fuerza en mis nalgas
Me apoye en el tocador de frente al espejo parando el c*** dejandolo a su disposición el intensificó más su cachondeo sus caricias me puso al 1000 poco a poco fue subiendo mi vestido buscando mi tanga a la cual bajo poco a poco y una vez que cayó al piso abrí un poco las piernas levanto mi vestido hasta mi cintura de inmediato soltó sus pantalones liberando su miembro de su prisión e inicio un rico paseo de su glande por toda mi raja poco a poco con calma lo que me puso muy cachonda y cuando pasó por mi filter presionó y debido a la gran cantidad de semen que tenía dentro me penetró de una sola estocada lo cual yo lancé un pequeño gemido al sentir cómo me invadía su miembro hasta el fondo y de inmediato inició el saca y mete un tanto brusco rápido y profundo a mí me encantó ver en el espejo el rictus de placer que se dibujaba en mi cara así como también ver la de él sobre mi ...

... hombro y aguantando estoicamente sus estocadas que cada vez eran más fuertes más profundas incluso más rápidas.
Así me estuvo penetrando por un buen rato hasta que por fin sentí como mi cuerpo se tensaba anuncian dome un gran orgasmo que sin tocarme empecé ayacular sobre el tocador y él al sentir las contracciones de mi filter por mi venida de igual forma dando un grito me dio la última estocada hasta el fondo quedándose quieto inundandome con ese líquido caliente qué hacía más placentera mi venida.
sudoroso jadeante y cansado sin salirse de mí me jaló hacia la cama quedó sentado y yo sobre de él se dejó caer de espaldas y yo  con movimientos circulares de mis caderas le exprimir hasta la última gota de su rica miel y ya exhausta pero satisfecha por poder dar tanto placer a mi hombre poco a poco fui cayendo de espaldas sobre su cuerpo el cual él me recibió con los brazos abiertos acariciándome los pechos besándome el cuello las mejillas y disfrutando relajandonos uno sobre el otro después de un rato nos fue ganando el cansancio tal vez los efectos del alcohol hasta casi quedarnos dormidos para lo cual ya había salido su miembro de mí me moví y nos acomodamos para dormir en la posición de cucharita entre sus brazos feliz de ser mujer y tener a todo un hombre detrás de mí cuidado lo suyo o sea mis nalgas.