1. La piscina (1). El cachorro ya muy experto.


    Fecha: 10/06/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Fernando, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... interrogatorio, se hundió cabeza primera en el agua, y cruzó la alberca en un crol perfecto, lo que, a Juan y a mi, nos hizo babear otro poco más...  Después de varios cruces en la piscina, el niño fue a sentarse en el escalón más alto de las escaleras, sus pies en el agua, y también sus piernas hasta los muslos. Incapaz de resistirme, me acerqué a él, y vine sentarme en el escalón más bajo de las escaleras. El agua llegaba a mis hombros. Empecé a hablar con él de sus estudios, del ambiente en la secundaria, de sus amigos, cambiando constantemente el tema para mantenerme a su lado, y ver de más cerca sus piernas y... su enorme bulto. El tejido blanco de su Speedo, una vez mojado, era bastante transparente, y pude adivinar la posición de su verga, gruesa aunque en reposo, y el tamaño de sus bolas... Este espectáculo me fascinaba, y Hernando no tomó mucho tiempo para darse cuenta de que, más que sus respuestas, era su entrepierna lo que más me interesaba... De hecho, noté cierta incomodidad en el niño, y sus respuestas carecían de coherencia. Nuestra cercanía, y mi mirada fija a sus genitales, probablemente desencadenaron la erección del adolescente. Su sexo, aunque aplastado por la estrechez del Speedo, hizo que la ya muy pronunciada protuberancia de su traje de baño se hinchara aún más. El chico, entonces, hizo un gesto que me dejó aturdido : sin ninguna verguenza metió la mano, despejó su verga para que se desarrollara, y la puso de lado... Pero, incluso sí su sexo no era ...
    ... muy largo, su anchura impidió que el traje de baño la ocultara toda. Su enorme trozo de carne se desbordaba ampliamente de la tela... Qué envidia!
    
    Su polla que se estaba endureciendo aún más se marcaba de una forma indecente, como luchando por salirse del slip por un lado. De verla, yo también estaba empalmado, y no podía salir de la piscina con ese paquetón marcado. No sabía que hacer. Volteándome hacia Hernando le dije :
    - "Chico, vamos al agua ?... A ver quién llega primero al otro lado... y regreso..."
    Nos lanzamos a la piscina y en varias brazadas llegamos hasta al borde donde Juan estaba sentado, y regresamos hasta la escalera. Hernando, con razón, comenzó a repetirme varias veces que él había ganado. El agua nos llegaba a la altura del pecho, entonces el chico, relajado por su victoria, comenzó a bromear, agarrándome por la cintura para voltearme y hacerme una ahogadilla. Yo opuse resistencia y me agarré a unos de sus brazos, impidiendo que me tirase, mientras procuraba mantener mis pies firmes en en suelo de la piscina. El chico continuaba, intentando sumergirme, y para hacer más fuerza se iba acercándose más a mí, hasta que se colocó a mi espalda, y abrazando mi cuerpo con ambos brazos se pegó a ello como una lapa. Sentí de inmediato su verga dura entre mis nalgas mojadas... Empecé a mover mi cintura, de derecho a izquierda, acariciando con mi culito su apetecible miembro, siempre erecto.
    
    El chico sin dejar de hacer fuerza, fue bajando uno de sus brazos hasta ...
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